Cine

I’m still here

El singular Joaquin Phoenix ocupó hace unos años los titulares más sorprendentes del panorama cinematográfico con sus declaraciones. «No haré más películas» sentenciaba. Y que más tarde protagonizaría unas imágenes bochornosas con barba de meses y de actitud arisca ante el show de Letterman, y anunciaba su salto al mundo de la música, cantaría RAP.

I’m still here

Se ponía ya en duda la salud mental del actor aunque lógicamente fue comidilla de parodias, hasta Ben Stiller salió imitando su aspecto y comportamiento en la entrega de los prestigiosos Oscars del 2009.

Pero todo tenía su porqué, y se intuyó cuando Casey Affleck (hermano de Ben, y cuñado de Joaquin Phoenix) presentaba en el festival de cine de Venecia, I’m still here. Un documental que seguía la vida de Joaquin Phoenix y su salto al mundo del rap, mostrando el declive del actor y las complicaciones para que tomasen en serio su carrera musical.

Causó tanto furor como rechazo entre los críticos, era ¿verdad o mentira? ¿Era posible que todo fuese parte de una broma, y Joaquin Phoenix hubiese vivido en la misma durante un par de años mientras se grababa I’m still here? De ser así alababan la maestría del actor por hacer creer a todos que realmente estaba demente. Las dudas no se despejaron hasta tiempo después que se admitió que todo formaba parte de una realidad ficcionada.

Como suele ocurrir, los falsos documentales no tienen el mismo efecto que cuando desconoces que lo son. Lo vemos con otros ojos, al igual que pasó en su día con Holocausto caníbal, El proyecto de la bruja de Blair, … incluso hasta con Borat; son «productos» que funcionan mejor en su país de producción; pero que sin embargo siempre despierta la curiosidad de saber como han hecho creer a los demás de su falsa verdad.

Con I’m still here no es para menos, el interés es mayor pues un actor de su calibre (nominado al Oscar entre otros) tenía que correr un gran riesgo al aceptar el difícil reto de deplorar su imagen pública y que todo el mundo se lo creyera. Y no solo a nivel público en programas de TV, presentaciones, etc.. sino que en el documental vemos aspectos de su vida personal, con sus compañeros de hazañas contratando prostitutas, tomando drogas, … con el objetivo de que su transformación, y el documental, fuese lo más creíble posible.

I’m still here (literalmente, Todavía estoy aquí) no deja de ser en el fondo una gran broma que muestra el comportamiento (y la paciencia) de algunos hacia Joaquin Phoenix. Y que la capacidad de transformación de un buen actor una vez traspasada la pantalla no tiene límite.

© Imagen: Avalon