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Kick-Ass 2. Con un par

Segunda parte de una de las películas más bien paridas del género de super-héroes. Kick-Ass, la adaptación del cómic guionizado por Mark Millar y con los lápices de John Romita Jr. lo tenía todo, buenos personajes, buenos diálogos, buena música y todo apoyado sobre una historia coherente… y realista. Sí, realista. Porque ambas películas hablan desde una sociedad en la que los super-héroes solo existen en las páginas de los cómics.

Kick-Ass 2. Con un par

Dave Lizewski (Aaron Taylor-Johnson) un joven estudiante amante de los cómics decide después de haber sido víctima de un robo que es hora de implantar seguridad en la ciudad. Se compra un traje de neopreno, se bautiza como Kick-Ass y a pesar de no estar preparado se lanza a la calle a combatir el mal. No se libra de una buena paliza. En su segundo intento las cosas van mucho mejor y se convierte en toda una celebridad en Internet. Por otro lado Big Daddy (Nicolas Cage) y su hija Hit-Girl (Chloë Grace Moretz) campan de forma discreta las noches de la ciudad para acabar con la mafia organizada de D’Amico.

En Kick-Ass 2. Con un par bajo la influencia que supuso Kick-Ass en los medios, los super-héroes se han multiplicado y ahora son muchos los vecinos que bajo un disfraz ejercen de vigilantes en la calle. Sin embargo Kick-Ass hace tiempo que colgó su traje y Hit-Girl vive obligada a comportarse como una niña de 16 años normal y corriente. La existencia del grupo «Justicia para Siempre» capitaneado por el Coronel Barras y Estrellas (Jim Carrey) y las ansias de venganza del villano El Hijo Puta (Christopher Mintz-Plasse) hará que deban salir de su forzadas ausencias.

Fotograma de la película

Mientras que en la primera película se nos ponía en una situación, se presentaban a unos personajes y el balance entre historia y acción estaban más equilibrado; en la segunda ya está el bacalao cortado y solo hay tiempo para la evolución de los personajes y las peleas. El cambio de director entre una y otra a rasgos generales es imperceptible.

Los personajes están a la par en cuanto a protagonismo pero una prevalece sobre los demás en Kick-Ass 2. Con un par. Se trata de Hit-Girl, que en la primera al ritmo de Bad reputation de The hit girls rompía rodillas y pegaba patadas a mansalva para deleite del espectador y en esta tiene los momentos más divertidos y sangrientos.

Fotograma de la película

Como decía antes, esta entrega es acción pero no se excede de sobremanera, está comedido. De cada dos peleas, una es totalmente épica. Plagado de momentos para recordar.

Acudiendo al cliché de los 80, ¿Quién dijo que las segundas partes no eran buenas? Esta, una vez más, rompe la regla. Si disfrutaste con la primera, esta no te va a defraudar. Atento a la escena post-créditos.

Estreno en las salas españolas el 30 de agosto.

© Imágenes: Universal pictures