Entrevistas

Francesc Blanco

A las diez en punto de una de las mañanas más calurosas de lo que llevamos de verano, me encuentro con Francesc Blanco para hablar de su ópera prima Proyecto XI (edita Suma de Letras), un thriller apto para todos los públicos. El agobio del calor mengua mientras conversamos. Siempre es agradable escuchar a alguien sincerándose sobre sus pasiones: la lectura y la escritura.  Mientras tomamos un café, Francesc me explica que gran parte de libro fue escrito en la Biblioteca de Catalunya, y yo pienso que no podría haber escogido un escenario más imponente para gestar una novela que incita a evadirse a través de la lectura. Porque Proyecto XI va de eso, de abstraerse totalmente, de olvidarse de todo, de entrar en los libros. —¿Tú lo has hecho alguna vez? —me pregunta, y acto seguido, sin darme tiempo a responder, añade —Yo, sí—.

Francesc Blanco

¿Cómo nace la idea de la novela y cómo llegas a publicarla?
Todo comenzó cuando leí Cien años de soledad a la edad de 12 años. Me impactó muchísimo y  dejó en mí el deseo de escribir sobre el poder de evasión de la literatura. Aunque no era un deseo consciente, ahí estaba. La muerte de mi hermano supuso un punto de inflexión en mi vida. Me hizo reflexionar sobre el porqué estaba trabajando en cosas que no me satisfacían. Entonces, decidí dejarme llevar por mi instinto y me lancé a la aventura de escribir mi primera novela. Lo que pasó después podría considerarse casi un milagro pues, a pesar de ser un autor nuevo, en una de las agencias a las que envié el primer capítulo se enamoraron de la historia. Fueron ellos los que consiguieron que Suma de letras la publicara.

¿Te identificas con Bastian “ese chico que amaba los libros” que aparece en tu novela?
Sí. Metafóricamente hablando Bastian es igual a Francesc. O igual que todos los lectores que opinan que un mundo sin libros sería un mundo peor.

Hay muchas referencias a los grandes de la literatura y la música. ¿Lo tuviste claro desde el principio? ¿A qué se debe esa ráfaga de menciones?
Desde luego. La historia del arte en general y de la literatura en particular, están llenas de anécdotas interesantes. Me apetecía incluir algunas en el texto. Pero en ningún momento he perdido de vista que el objetivo de Proyecto XI es un thriller cuyo objetivo es entretener, y siempre las narran los personajes en estilo llano, lejos de los aburridos y aleccionadores discursos técnicos. He pretendido llegar a un amplio abanico de lectores: desde los que únicamente pretenden pasar un buen rato con una novela hasta los que van un poco más allá.

Portada de "Proyecto XI"

El ocultismo está presente en Proyecto XI.
Así es. Creo que algunos fenómenos están ahí, formando parte de la naturaleza, sin que hoy por hoy seamos capaces de explicarlos científicamente. Es cierto, es un mundo en el que se da el fraude, pero también la realidad. Personalmente he tenido un par de experiencias paranormales en las que me he inspirado al construir la novela, especialmente uno de sus personajes.

¿Has tenido referentes literarios durante el proceso de escritura?
Sí. Soy muy ecléctico en cuanto a influencias. En Proyecto XI he tenido como referentes a Dan Brown, Stephen King y Gustave Flaubert.

¿Por qué sitúas la acción en Barcelona y en Finlandia?
Barcelona es mi ciudad, Poble Sec es mi barrio y Poeta Cabanyes era mi calle. Allí es donde sucedieron mis lecturas de la infancia, las que tanto me marcaron: como autor nací en aquel lugar. Por eso la acción sucede ahí. En cuanto a Finlandia, buscaba un lugar mágico y remoto. Me fijé en la postal que guardaba de un viaje que había realizado “Fin-Landia”, el fin de la tierra. Ese tenía que ser el lugar.

Proyecto XI es un thriller muy blanco. Por ejemplo, las armas son pistolas de Paint ball.
No creo que sea tan blanco. Efectivamente las armas son pistolas de Paint ball, pero en el interior de Babilum, lugar donde sucede buena parte de la trama, las marcadoras de Paint ball se convierten en armas que matan. Y hay capítulos violentos. A uno de los personajes le arrancan un ojo, y a otro le amputan una mano utilizando una guillotina de esas que emplean en las oficinas para cortar papeles… Pero desde luego no es una de esas novelas donde no queda vivo ni el apuntador. Soy muy ecléctico, y no me gustan las imposiciones que marcan los géneros ni las cuotas de sangre, amor o de lo que sea que a veces implican.

¿Es este libro el primero de una saga?
No pretendo crear una saga. Desde un punto de vista creativo me parece aburrido alargar tramas y personajes, que a menudo acaban desinflando al lector. Pero todo lo que pretendía contar no me cabía en una sola novela, y eso me llevará, como mínimo, a una continuación que quizá acabe siendo como mucho una trilogía.

¿Qué opinas del éxito de los escritores indies?
Me parece admirable. Existe un montón de talento en el mundo indie, no siempre tratado adecuadamente por los medios de comunicación. Pero es un mundo que desconozco completamente, era economista y esta es mi primera novela, llevo poco tiempo escribiendo.

Si estamos viviendo el declive de la industria editorial tal y como la conocíamos ¿cómo vaticinas que se transformará?
Internet y las redes sociales suponen el cambio más importante en el libro de ficción desde la aparición de la imprenta. Creo que vamos a ir a un escenario pluridisciplinar, de lectura sensitiva, donde diferentes disciplinas interactuaran. Por cierto, que en septiembre haremos una presentación en Terrassa con música y lecturas en directo.

Estaremos pendientes. Muchas gracias Francesc.