Entrevistas

Cesc Llaverías

Cesc Llaverias nació en Barcelona en 1977. Escribe desde que tenía unos catorce años y en 2012 publicó la novela DPK: Días de porno y kleenex. Regresa ahora con No va más en el que retoma algunos de los personajes de la anterior novela. Publicada simultáneamente en castellano y catalán, hablamos con él acerca de la nueva obra, la autoedición, sus referentes, …

Cesc Llaverías

¿Definirías No va más como una obra provocativa?
Sí y no. Es provocativa en el sentido que hay sexo explícito y todo tipo de expresiones malsonantes y políticamente incorrectas. Pero es algo que surge de forma natural a la hora de escribir. Defiendo que hay que escribir de forma completamente libre, mientras lo que salga esté escrito de verdad, con las tripas, puede funcionar, sino nacerá muerto. La novela puede ser provocativa, pero no es algo premeditado ni buscado.

¿Te has sentido cómodo volviendo a trabajar con algunos de los personajes de tu novela anterior DPK?
Mucho. El argumento de “No va más” lo tenía de tiempo atrás, pero cuando acabé mi novela anterior vi que funcionaría perfectamente con algunos de esos personajes. En cuanto empecé a darle vueltas a la idea ya no pude concebir ni una línea sin esos personajes como protagonistas. Y para qué negarlo, les he cogido cariño.

¿Qué es lo mejor y lo peor de practicar intercambios de pareja? ¿Nos puedes dar algún consejo al respecto?
Lo mejor es que abre un nuevo campo de juego para la pareja, la segunda es que es un camino que difícilmente se puede desandar, es una barrera que se cruza, y hay que tenerlo muy claro. No lo he practicado, pero he preguntado a gente que sí lo ha hecho para documentarme, y todos coinciden en que es algo que hay que tener muy claro como pareja, si sólo es una manera de acostarte con más gente sin remordimientos no funcionará.

¿Cuáles son tus referentes literarios más inmediatos?
De todo, pero si repaso un poco mis influencias en orden cronológico serían Pere Calders y Quim Monzó, por su ironía y su manejo de los espacios cortos; Jack Kerouac y Charles Bukowski, por mostrarme que el campo de juego era mucho más amplio y menos encorsetado de lo que parecía; y finalmente Irvine Welsh, su Trainspotting me demostró que se podía escribir un libro con un montón de argumentos en lugar de uno solo. Cuando escribí DPK pensaba en eso, en un montón de argumentos que se cruzan entre ellos o no, me pareció una manera muy honesta de retratar la vida real. Y Cortázar y Bolaño, por una especie de alegría desbordada a la hora de escribir, también son un referente, un modelo al que aspirar.

Has publicado No va más simultáneamente en español y en catalán. ¿Esperas conseguir algún efecto concreto entre los lectores?
No. Pero promocionar primero una edición y luego la otra me parecía sin sentido además de innecesariamente largo. Lo hice con DPK y decidí que no más, si volvía a sacar edición en los dos idiomas lo haría a la vez.

¿Tienes alguna manía o ritual a la hora de escribir?
Suelo escribir con música muy alta. A veces intento escribir con jazz o algo así de intelectual, pero no tardo mucho en poner rock o heavy a todo volumen. Me ayuda a meterme en la historia, a pasármelo bien. Me gusta escribir porque me lo paso teta, no puedo escribir de manera mecánica o “oficinil”, eso mataría la diversión que me proporciona escribir, que a fin de cuentas es casi todo lo que saco de esto.

¿Qué opinas del panorama literario actual?
Es interesante. Hay un montón de pequeñas editoriales que parecen dispuestas a arriesgarse a apostar por gente nueva, para que cada cual pueda encontrar libros a su gusto. Para los que nos gusta variar y picotear eso es genial. Y luego están plataformas nuevas pensadas para escritores tipo Amazon, con las que aún soy un poco escéptico pero que observo con interés. A nivel de libros y autores es posible encontrar prácticamente de todo, desde consagrados a pequeños descubrimientos que sorprenden y que te hacen decir “hay que seguir a este autor”.

Algún consejo para quien quiera lanzarse a la aventura literaria.
Hay que leer mucho, muchísimo. No es porque sí, porque es lo que siempre se dice. Es que a veces uno se cree que está haciendo algo nuevo a nivel formal o de historia y a lo mejor es más viejo que el ir a pie. Leer mucho no te ahorrará hacer el ridículo ni caer en tópicos, pero igual hace que sea menos humillante. Además si quieres escribir, qué menos que saber lo que hay, lo que se hace, lo que se lee, lo que se escribe. ¿Verdad que parecería muy raro que alguien que se quiere dedicar al fútbol no vea partidos o siga la actualidad deportiva? Es exactamente lo mismo.

Muchas gracias por responder a estas preguntas.