Soy el primero que desearía no tener que pagar por una vivienda o por la comida, pero tengo que pasar por el aro.
Ergo la cultura no puede ser gratis tal como la entendemos en esta sociedad capitalista manejada por neoliberales; porque es algo tan grave como robarla masivamente de un centro comercial. Infringe expresamente las leyes del derecho a copiar esa obra, el famoso copyright.
Ya sé que antaño nos grabábamos las cintas de cassette y que siempre se ha permitido el dejar a un amigo una película, pero el tema de los torrents (p2p) descontrolados compartiendo todo tipo de material -con internet de alta velocidad- con copyright no es algo sano para que la sociedad que tenemos se sostenga.
Aquí, en España, la ley desde el principio ha dicho «si no hay ánimo de lucro no hay delito» aunque sea un hecho flagrante que el tema de compartir descontroladamente quita dinero a la industria. «España es uno de los países de Europa con mayor piratería intelectual, el 87% de los accesos digitales a series, videojuegos, libros y grabaciones musicales fueron ilegales el año pasado». (El Mundo) Fuente
Y por lo visto no aprendemos ante las recientes discusiones en redes sociales sufridas por Leticia Dolera ([REC]³ Génesis, Requisitos para ser una persona normal), El Chico Morera (Natalie_Net) o Borja Crespo, para muestra un par de tweets.
@LeticiaDolera Es difícil sentir pena por piratear pelis y series cuando vemos en las RRSS la vida de lujo de los actores.
— Axel Martin (@Bianchi_Axel) 28 de agosto de 2016
Parece ser que los artistas comen aire y si le ponen precio a su obra ya no son artistas. pic.twitter.com/Ak2384uF20
— El Chico Morera (@elchicomorera) 31 de agosto de 2016
En Alemania el compartir (no el descargar) material con copyright (a desconocidos utilizando internet) está muy perseguido y penado. Bufetes de abogados tienen PCs monitorizando quién les entrega archivos que incluyen material que infringe el copyright, así multan al que reparte el contenido a los cuatro vientos.
—A los que me digan que les da todo igual y que no van a dejar de hacerlo (nihilismo) les digo que deberían ser multados fuerte para reeducarlos punitivamente.
—A los que me digan que antes de meter el dinero en la compra de material audiovisual, libro, música quieren ver si les gusta o no les diré que lean críticas formadas y después alquilen su butaca de cine para tener su propia opinión.
—A los que me digan que consiguen material que aquí no se distribuye les diría que tengan paciencia y que compren material de distribuidoras que podrían conseguir las licencias del material que quiere ver por aquí.
Después están los cinéfagos que aunque se lo bajan todo de internet invierten más de lo que les gustaría confesar en su obsesión cultural.
La solución —si existe— no es saltarse las leyes a la torera mientras se grita un «¡OLEEEEE!». No todo vale, el caos y el sin Dios (anarquía mal entendida) es una solución rápida a un problema que podría agravarse.
Así que el llamamiento es a una auténtica revolución social (hola Mr. Robot) para conseguir una auténtica Renta Básica Universal que no sólo contemple tener cubiertas las cosas básicas si no garantizar un repartimiento de las riquezas uniforme basándose en la irrefutable premisa del auténtico bien común para todos.
Justicia tanto para los creadores como para los usuarios. Antes de saltarte la ley a la torera haz lo que sea necesario para cambiar las leyes.
La ley no protege a la personas. Las personas protegen a la ley.