La primera novela que publica el director de cine David Cronenberg lleva por título Consumed. Lo curioso es que haya tardado tanto en publicar, ya que mucho antes de convertirse en director de cine, Cronenberg se veía a sí mismo como un oscuro novelista y envió diversos relatos a revistas de ciencia ficción (que fueron rechazados) en su época universitaria. Todavía en la universidad empezó a experimentar con el cine y el resto es historia, pero en diversas entrevistas el director canadiense se describía como un novelista que todavía no había publicado nada.
¿Qué nos encontramos en Consumed? En ese sentido no hay sorpresas: puro Cronenberg. El creador de la Nueva Carne nos presenta la historia de Naomi y Nathan, dos periodistas freelance que se verán consumidos por las historias que investigan. Naomi, especializada en sucesos y crímenes con mucho impacto mediático, investiga el asesinato de la filósofa Célestine Arosteguy, presuntamente a manos de su marido, el también filósofo Aristide Arosteguy. Lo impactante de este crimen no es solo que la pareja de filósofos eran vistos como un tesoro nacional por sus avanzadas teorías sobre consumo, sino que, aparentemente, Aristide se comió el cuerpo de Célestine. Nathan, especializado en artículos científicos y médicos, escribe un artículo sobre el polémico cirujano Zoltán Molnár, famoso por realizar operaciones que otros médicos se niegan a hacer y por haber sido investigado por la INTERPOL bajo sospecha de participar en el mercado negro de tráfico de órganos (este personaje protagoniza el cortometraje de Cronenberg The Nest [2014], cuya versión abreviada ha sido usada como tráiler para el libro). Y ambas historias se verán conectadas de forma horrible para Naomi y Nathan.
La novela (para mí, otros pueden ver otras cosas) trata sobre la manipulación de la realidad. O, más exactamente, de la creación de una realidad propia. Cronenberg ve a los artistas como monstruos en el sentido de marginados, solitarios; en Consumed se podría decir que Célestine y Aristide son monstruos en este sentido más artístico, pero también monstruos en el sentido más común del término, que deciden crear una realidad propia, inspirando algo que podríamos llamar terrorismo cultural. Lo mismo sucede con Zoltán, el cual se dedica a decorar un restaurante con fotos de sus pacientes. Este tipo de actitud rebelde puede resultar muy seductora, así que no resulta extraño que Nathan y Naomi estén fascinados por sus respectivos sujetos de estudio.
En la novela abundan las fetichistas descripciones de la tecnología fotográfica que los protagonistas acarrean consigo, marcando si se sigue una marca u otra, así como la preocupación de Naomi de si al utilizar un iPhone dejará de ser vista como una reportera “de verdad”. Estas preocupaciones tecnológicas sirven como manera de conocer mejor a los personajes y mostrar cómo se ven a sí mismos. Otra forma de hacerlo es a través de las abundantes escenas de sexo, que van de las típicas escenas heterosexuales a otros momentos más peculiares, que en orden de no arruinar la lectura a nadie no especificaré.
Indispensable lectura para los seguidores de este mítico director, Consumed puede ser vista como una especie de thriller extraño y muy “corporal” que nos ofrece una interesante reflexión sobre nuestra actual sociedad de la información y lo fácil que resulta manipularla.
Consumed, ha sido publicado en Estados Unidos por Harper Collins Publishers. 288 páginas. ISBN: 978-0007552245
Stylish and camera-obsessed, Naomi and Nathan thrive on the yellow journalism of the social-media age. They are lovers and competitors—nomadic freelancers in pursuit of sensation and depravity, encountering each other only in airport hotels and browser windows.
