Pasé una parte de mi vida viviendo en la ciudad, ahora vivo en las afueras pero eso es otra historia, viví en medio de dos barrios. Estos barrios estaban plagados de familias obreras donde algunas de estas casas los inquilinos se apoderaron dando solamente una patada a la puerta, viviendas que el gobierno cedió gentilmente después de una catástrofe bastante grande. No es que ahora no estén plagado de familias, simplemente han cambiado las etnias, las razas y las costumbres…
Bueno, el hecho es que yo de pequeño tenía la rara suerte (últimamente tengo una sensación deja-vú) de hacerme amigos de niños que según sus papás iban a ser futuros genios de la informática o astronautas, otros iban a ser guitarristas famosos y alguno seguiría la misma ruta que sus hermanos mayores, todos bien colocados en la vida… Vamos, trabajando en el ayuntamiento o como funcionarios. Lo que no sabían estos papás es que la vida de sus pequeños no iba a ir por esos derroteros.
Uno de ellos, llamémosle “amigo 1”, su mamá siempre nos decía que quitaría a su niño del colegio público al que íbamos los demás para meterlo en un colegio de curas ya que sus hermanos habían seguido esos pasos y les iba muy bien en la vida. Lo que pasó es que año tras año, la mamá nos decía lo mismo y este cambio de colegio nunca llegó. No sé si fue por esta nostalgia aletargada durante tantos años de no conseguir entrar en el cole de sus hermanos o por otra razón pero este chico arrastra una depresión desde hace años, muchos años. No lo recuerdo qué fue pero este muchacho tras un problemilla estuvo a punto de suicidarse hace solo unos días. Así que doble ración de médicos y pastillas, y como nuevo. Dócil y domesticado, listo para llevarse otro palo más… ¿sobrevivirá este?
“Amigo 2”: El guapo, el listo (o eso creía él), el que terminó mas o menos con la doble ración de pastillas que el “amigo 1” pero en circunstancias normales, o sea, a diario.
Este muchacho cuando terminaba de leer un libro se quedaba mirando la última página en blanco. Decía que se tiraba horas mirando esta y continuando la historia por su cuenta. También decía que ve las películas donde actúa su actor favorito porque cree que estaba inspirado en él mismo… un no se que Depp.
Este muchacho un día me contó que él, antaño era un cohete, un misil autodirigido al triunfo y que por culpa de los demás y ¡¡solo de los demás!! su vida se truncó y se convirtió en lo que es ahora, una caricatura del tipo de persona que él creía que era. Esta persona no quiere hacer más música (o la quiere hacer cuando no tiene que hacerla) porque le recuerda esos años en que tocaba cada tarde su instrumento porque no le hacia falta estudiar ya que con su jeta y su talento se ganaría bien la vida, que podía reírse del resto de sus amigos, de sus defectos, que si ya de por sí no eran pocos el los exageraba hasta la saciedad. Curiosamente, de los defectos que él se reía son los que se ve en el espejo a diario. Esto cuando se quiere mirar en el espejo, ya que hay días en los que no se quiere ni ver.
Este muchacho en vez de llamarle “amigo 2” tendría que haberle llamado “amigo Challenger”
“Amigo 3”, “amigo 4”… por no alargarme… hay algunos más que no voy a detallar pero sí que haré un “grandes éxitos”. El que se compró un Audi A4 de importación y más estropeado (para impresionar a una chica que no consiguió ligarse). En un momento de lucidez y al ver la carraca que había comprado ahora se la tenía que comer con patatas y además adeudado por 5 años lo menos. Este bailaba en una discoteca con los pantalones casi por los sobacos hace unas semanas.
O el amigo que se apuntó al gimnasio con 13 años a hacer culturismo y decía a la gente que le miraran el brazo que le había picado un bicho para aprovechar y hacer una posturita… Ahora está gordo como un tonel y me decía hace unos días que la vida le va estupendamente vendiendo electrodomésticos y que vive en casa de sus padres con una chica que es un bombón. Casi por arte de magia la chica llegaba por detrás de él sin darse cuenta. Sin comentarios.
O la hermana de un amigo, sus padres no les dejaban ver películas no recomendadas para menores de 18 años, acabó partiéndole la cara a su madre hace unos meses.
Para terminar, yo me pregunto ¿qué les ha pasado?, ¿serán los donuts que vendían en el recreo los de octavo curso para pagarse el viaje de fin de curso los que les dejo así?, ¿será la falta de comunicación? ¿o seré yo?. Si puede ser. Siempre se ha dicho: DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRÉ LO QUE ERES… puede ser, quizás yo algún día sea tan tarado como ellos aunque pensándolo mejor, aplicando este dicho popular, YO ÚLTIMAMENTE VOY CON MUCHA GENTE, de lo mejor y de lo peor (eso da igual), PERO ES MUCHA GENTE. ¡OH SI!, AHORA MISMO SOLO PUEDO PENSAR…
Humanidad preparaos ¡¡¡QUE LLEGAMOS LOS TARAOS!!!