En el Los Ángeles de finales de los 70, un detective privado venido a menos, Holland March (Ryan Gosling), y un “arreglador de problemas”, Jackson Healy (Russell Crowe), empiezan a colaborar a regañadientes cuando el supuesto suicidio de una estrella porno se mezcla con un caso de persona desaparecida que investiga March.
En su etapa como guionista, Shane Black logró dejar impronta de su personalidad incluso cuando sus guiones eran dirigidos por directores con una fuerte personalidad como Tony Scott. Cuando Black inició su carrera como director con Kiss Kiss Bang Bang (2005), sus fetiches y pasiones explotaron en la pantalla sin restricciones. Principalmente, su amor por la literatura pulp detectivesca, en especial las novelas de Brett Halliday. Pero si en su primera película esta pasión adoptaba un estilo posmoderno y contemporáneo, en Dos buenos tipos (The Nice Guys, Shane Black, 2016) parece querer mostrarnos una de las novelas ficticias que leían los personajes de su primera película, haciendo de nuevo un guiño a la obra de Halliday (en concreto la novela Blue Murder).
Por supuesto, no se trata de una simple recreación, sino que la historia que construyen Black y el coguionista Anthony Bagarozzi adopta un estilo irónico cargado de humor, de forma parecida a lo que hizo Robert Altman en la clásica Un largo adiós (The Long Goodbye, 1973). Pero a pesar del tono humorístico, Black conserva la violencia, la melancolía y el cinismo propios del género. No por nada la novelización de la película (un ejercicio muy retro hoy día) la publica Hard Case Crime, una editorial especializada en el detectivesco/criminal que publica nuevos títulos así como rescata clásicos del pasado.
Black insiste de nuevo en unir dos personalidades opuestas, pero que tienen en común un pasado que los convierte en personajes en busca de redención. O, en el caso de Healy, sentir que su habilidad para la violencia es útil para algo más que romper narices. El caso en que March y Healy se ven envueltos les servirá para intentar construirse un futuro que no esté marcado por su pasado.
The Nice Guys es un film muy divertido gracias a la suma de los diálogos y las situaciones creadas por Black con la química de la que hacen gala Russell Crowe y Ryan Gosling. Ambos ofrecen fantásticas interpretaciones y te hacen desear ver más películas protagonizadas por estos personajes.
Pero en caso de que este film no se convierta en una franquicia, aún podemos disfrutar de Dos buenos tipos, una película sobresaliente que destaca tanto por su comedia como por su pasión por el hard boiled. Muy recomendada.
Estreno en las salas españolas el 10 de junio
