Tras provocar accidentalmente un incendio, Zipi y Zape (Teo Planell y Toni Gómez, respectivamente) son castigados sin vacaciones de Navidad y obligados a acompañar a sus padres (Carolina Lapausa y Jorge Bosch) a una isla donde su padre espera que un editor publique su novela. Sin embargo, la familia se pierde y se ve obligada a pasar la noche en el Hogar de la Infancia de la señorita Pam (Elena Anaya). Tras la súbita desaparición de sus padres, los gemelos se quedarán en el Hogar de la Infancia que, aparentemente, parece un paraíso pero está lleno de terribles secretos.
Zipi y Zape, los gemelos creados por José Escobar, vuelven a las pantallas de cine tras el éxito de Zipi y Zape y el Club de la Canica (Oskar Santos, 2013). De nuevo con Santos en la dirección, Zipi y Zape y la Isla del Capitán (2016) pretende ser un retorno al cine clásico de aventuras juveniles, pero con toques modernos. La película está llena de homenajes y referencias, directas e indirectas, a autores clásicos de aventuras como Julio Verne, H. G. Wells, H. Rider Haggard y Robert Louis Stevenson. Aunque la mayor influencia es el espíritu de Peter Pan, que la villana que encarna Elena Anaya ha pervertido de forma terrible.
Esta mezcla de lo retro y lo moderno hace que el film pueda resultar entretenido tanto para aquellos que crecieron con este cine de aventuras como para las nuevas generaciones. Pero, al contrario de lo que sucede con la mayoría de películas de aventuras juveniles actuales, aquí no hay grandes batallas, ni momentos traumáticos para los protagonistas a lo Harry Potter. Su tono oscila entre lo juvenil y lo infantil, ideal para niños a partir de diez años, pero puede resultar algo aburrido en algunos momentos si se es un adulto sin hijos o sobrinos a los que vigilar.
Estreno en las salas españolas el 29 de julio