Cal Lynch (Michael Fassbender) es condenado a muerte. Una misteriosa organización finge su ejecución de modo que esté muerto para el mundo y puedan disponer de él a su antojo. Mediante un experimento, Cal descubrirá que tiene un ancestro, Aguilar, que vivió en el siglo XV en España y era miembro de la organización secreta Assassin. Esta organización estaba en lucha con los Templarios, que buscan acabar con el libre albedrío de la humanidad. Cal se verá envuelto en esta lucha que continúa hoy día.
Las adaptaciones de videojuegos tienen la reputación que antes tenían las adaptaciones de cómic. Es decir, que salvo alguna excepción, la mayoría son malas o muy malas. Assassin’s Creed (Justin Kurzel, 2016) intenta romper esta percepción con grandes medios y un reparto de lujo que, además de Michael Fassbender, incluye a Marion Cotillard y a Jeremy Irons.
Y lo cierto es que lo consigue, aunque solo a medias. El argumento implica que secciones de la película transcurran en el presente y otras en la España del siglo XV. Estas últimas resultan brillantes y vistosas, en especial porque ni siquiera intentan conseguir un mínimo de rigor histórico y crean un mundo de fantasía realista, al estilo Terry Gilliam, inspirado en cuadros de la época. Son secuencias vistosas que contienen las escenas de acción más logradas e interesantes de Assassin’s Creed. Además, son escenas rodadas en castellano en su versión original y el espectador puede divertirse con los esfuerzos de Fassbender intentando hablar como un español típico de 1492. Por otro lado, las escenas que transcurren en el presente resultan bastante planas y típicas, debido especialmente a que la historia que cuentan no es muy original y tampoco se hace mucho por adornarla. Se ha de admitir que la película tiene el mérito de tener uno de los macguffin más estúpidos de la historia del cine: un objeto que contiene el código genético del libre albedrío (?). Ni siquiera Irons tiene el talento suficiente como para que semejante estupidez tenga ningún sentido.
Supongo que el film tiene esta estructura por el juego en que se basa (admito que desconozco este videojuego), pero uno desearía que toda la película se hubiera mantenido en el pasado, ya que el presente le resta interés al film. De todos modos, es bastante entretenida aunque al clímax le falte gancho.
