Japón empieza a verse convulsionado cuando unos fenómenos geológicos de origen desconocido empiezan a afectar la ciudad. ¿Qué se haya tras estos misteriosos fenómenos? Viendo el póster ya lo sabéis: es Godzilla.
Shin Godzilla (Shin Gojira, Hideaki Anno, Shinji Higuchi, 2016) podría considerarse un remake de Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, Ishirô Honda, 1954). Tras el estreno de Godzilla: Final Wars (Gojira: Fainaru uôzu, Ryûhei Kitamura, 2004), Toho, la compañía que produce las películas de Godzilla, decidió dar un descanso a la saga que ahora reinician con un film que parte de cero.
Shin Godzilla es un retorno a los orígenes no solo por presentar de nuevo al monstruo radioactivo más famoso de la historia del cine, sino también por dejar de lado las batallas entre criaturas gigantescas y regresar al uso de Godzilla como metáfora de las angustias políticas y sociales de Japón, algunas de las cuales no son muy distintas de las nuestras.
La película se centra en las acciones del gobierno y los equipos creados para enfrentarse a la criatura gigantesca que está destruyendo Japón. En film se mueve con un ritmo muy rápido, que recuerda a series como El ala oeste de la Casa Blanca (The West Wing, 1999-2006) o los thrillers políticos de los años 70. Esto le da un gran realismo al film, además de equilibrar el tono de la película, que es serio pero sin dejar de lado el humor en algunas escenas entre políticos. En este sentido, transmite el “realismo” de una situación absurda de modo más efectivo que la anterior Godzilla (Gareth Edwards, 2014). Pero aquellos que se sorprendieron con el relativamente poco tiempo que apareció Godzilla en el film de Edwards, se encontrarán aquí con lo mismo. Como ya he dicho, el film se centra en las personas que se enfrentan a Godzilla, no en Godzilla destrozando ciudades. Así, las escenas de destrucción son mucho más efectivas, ya que se hace patente las consecuencias que tiene sobre la población.
Es una lástima que muchos espectadores piensen que al tratarse de una película sobre un monstruo gigante no aporta nada al cine o no tiene nada interesante que decir sobre nuestra sociedad. Shin Godzilla demuestra que se puede crear un film espectacular lleno de efectos especiales sin que se trate de un vacío espectáculo de fuegos artificiales.
Estreno en las salas españolas el 20 de enero
