Llega a nuestras pantallas la nueva película de Ridley Scott precedida de cierta polémica. La sustitución de Kevin Spacey por Christopher Plummer y las disparidades salariales entre Michelle Williams y Mark Wahlberg han hecho que se hable de Todo el dinero del mundo (All the Money in the World, 2017), pero sin mencionar que es un film excelente.
Cuando se hicieron públicas las acusaciones de acoso sexual contra Kevin Spacey, rápidamente Ridley Scott anunció su eliminación de su nuevo trabajo, contratando a Christopher Plummer para volver a rodar las escenas en las que aparecía Spacey. Un poco demasiado rápido para ser Hollywood. Lo cierto es que Christopher Plummer fue la primera elección de Scott para interpretar al magnate de las finanzas J. Paul Getty, pero fue rechazado por el estudio, que quería una estrella para promocionar el film. Así se decidió que Spacey interpretaría el papel enterrado en capas de maquillaje para parecer un viejo. Scott aprovechó la polémica para salirse con la suya y tener a Plummer como Getty. Y bien que hizo: no solo por las condenables acciones de Spacey, también por el beneficio que ha representado para el film. Tener un actor maduro pero no anciano maquillado para parecerlo habría quedado muy fuera de lugar, habría llamado la atención en un film que es muy realista y busca la verosimilitud dramática. Las disparidades salariales ya son un tema más complejo, si bien es muy injusto que Michelle Williams sea la que menos reciba teniendo en cuenta que es la protagonista y hace un trabajo fantástico como la sufridora Gail Harris.
He mencionado la verosimilitud dramática, que no es lo mismo que contar exactamente qué sucedió en realidad. Porque Todo el dinero del mundo está basada en hechos reales: es la crónica de lo que sucedió cuando el hijo de Gail, Paul, Charlie Plummer en la película, fue secuestrado en Roma en 1973. Paul era el nieto de Getty, por ello los secuestradores pidieron un rescate de 17 millones de dólares, dinero que Gail no tenía. A pesar de que en aquel momento Getty era el hombre más rico del planeta, este se negó a pagar el secuestro. Gail inicia entonces una cruenta batalla para intentar rescatar a su hijo y conseguir que Getty pague el rescate, que es en lo que se centra la película.
La crónica del secuestro es utilizaba para estudiar la figura de Getty, su avaricia y su falta de escrúpulos. Su necesidad compulsiva de acumular riquezas y obras de arte. La manera de hacer de Getty se pone en paralelo con la manera de actuar de la mafia que ha secuestrado a Paul, indicando que no son tan diferentes.
Así, la avaricia y la obsesión por el dinero se convierten en el centro de un film que funciona principalmente como un thriller dramático, aunque al inicio se hacen algunos apuntes biográficos sobre Getty. Pero no son más que ciertas notas para entender un poco mejor el personaje y las acciones de la familia, el grueso del film está ocupado en explicar el secuestro y es lo que mantendrá enganchado al espectador que no esté interesado en los aspectos históricos.
Esta mezcla de biografía, drama y thriller convierten Todo el dinero del mundo en un excelente film de factura clásica.
Estreno en las salas españolas el 23 de febrero