Nash Edgerton dirige esta comedia negra de acción en la que nos encontramos grandes nombres como Charlize Theron y Amanda Seyfried. Gringo: Se busca vivo o muerto (Gringo, Nash Edgerton, 2018) gira en torno a lo que sucede cuando se va al otro lado de la frontera geográfica y psicológicamente.
Harold Soyinka (David Oyelowo) trabaja en una empresa farmacéutica, gracias al enchufe de su amigo Richard (Joel Edgerton), lo que este aprovecha para mangonear a Harold. Harold está casado con Bonnie (Thandie Newton), matrimonio que puede que lo lleve a la ruina económica. Todo cambiará para Harold cuando se vea involucrado en una oscura operación que su empresa está llevando a cabo en México.
Gringo sigue un esquema bastante clásico de la comedia de acción: personaje atrapado en vida rutinaria que, por accidente o por querer cambiar, se ve involucrado en una situación que lo sobrepasa, normalmente relacionado con algo criminal. Una fórmula que ha dado películas tan distintas como Algo salvaje (Something Wild, Jonathan Demme, 1986) o Superfumados (Pineapple Express, David Gordon Green, 2008), y que aquí se sigue sin apartarse demasiado de lo que ya hemos visto en el pasado: Harold es un clásico perdedor que se verá involucrado en una situación que le sobrepasa, incluido ser confundido con alguien que no es. Como suele ser la norma, la historia se irá complicando a medida que avanza y se aprenderán valiosas lecciones vitales.
Por suerte, este tipo de películas no necesita un argumento terriblemente original, sino un reparto que ejecute bien la comedia y que los cineastas mantengan entretenido al espectador. El reparto, sin duda, lo tiene. David Oyelowo aguanta la película como el apocado Harold, rodeado de un lujoso plantel de secundarios como Joel Edgerton (El regalo), Thandie Newton y Sharlto Copley. He destacado al principio Charlize Theron y Amanda Seyfried ya que la primera hace un buen trabajo como la horrible y moralmente repugnante Elaine Markinson, y la segunda está desaprovechada en un papel que no explota sus posibilidades para la comedia.
Nash Edgerton no aporta gran cosa como director, su lenguaje narrativo es bastante funcional. Tampoco se inmiscuye en el desarrollo y trabaja bien las escenas de acción, lo cual no es de extrañar ya que proviene del mundo de los especialistas. Gringo no es una película que destaque particularmente, pero puede resultar entretenida gracias al trabajo del reparto y sus toques de comedia negra.
Estreno en las salas españolas el 23 de marzo