El director Zhang Yimou regresa a la wuxia, películas protagonizadas por expertos en artes marciales en la antigua China, con Sombra (Ying, 2018), un film cargado de intrigas y traiciones.
La última vez que Zhang Yimou se había adentrado en el género fue con La gran muralla (The Great Wall, 2016), una película que fracasó por su intento de apelar a una audiencia internacional, con protagonistas occidentales y una narrativa hollywoodiense. Por suerte, en Sombra, Yimou regresa a una narrativa y un tempo más propio del cine oriental, si bien con una historia que es terriblemente shakesperiana. La sombra que da título a la película es Jing Zhou (Chao Deng), doble del comandante Zi Yu que este, hasta entonces, había usado para sobrevivir a las intrigas de palacio. Ahora, Jing debe actuar como el comandante mientras este se recupera de unas heridas sufridas en un duelo, sin saber que el comandante conspira para recuperar una ciudad conquistada y asesinar al actual rey.
Mentiras dentro de planes dentro de conspiraciones, la trama de Sombra es bastante compleja, el espectador no está seguro de quién es honesto, quién un traidor y qué va a suceder cuando todo salga a la luz. Como ya he dicho, la historia de esta película no está muy alejada de complicadas tramas como la de Hamlet, a pesar de contar una historia relativamente simple. Por supuesto, todas estas intrigas culminan en una batalla donde vuelan las flechas, las espadas y los cuerpos.
Este film también destaca enormemente en el aspecto visual. Si las anteriores películas de Zhang Yimou se caracterizaban por ser muy coloridas, aquí adopta el estilo opuesto. Filmada en color, emula el blanco y negro con vestuarios que se reducen a estos dos colores. Igual que los decorados, donde dominan negros y grises, en sintonía con unos paisajes donde llueve de forma constante o están cubiertos de una espesa niebla. Una de las consecuencias de utilizar esta limitada paleta es que la sangre destaca mucho más, dando la impresión de ser una película mucho más sangrienta de lo que es en realidad.
Sombra es un título que apasionará a los amantes del género y los aficionados a las intrigas palaciegas. Como una tragedia de Shakespeare pero con muchos más saltos y paraguas asesinos.