Entrevistas

Rubén Lardín

Se le hará una entrevista en nuestro despacho -en nuestra corporación- de RRHH, y yo como «dirección de personas», entrevisto al candidato Rubén Lardín

Rubén Lardín

Póngase cómodo.

Que frío que hace, ¿no?

Sociedad y costumbres

Sonrisa de ascensor, empezaremos suave para ganar la confianza del individuo y se relaje y nos diga verdades:

– ¿Eres un intelectual? razone su respuesta si le apetece.
Podría serlo, tengo tiempo para ello, pero en realidad son ausencias, ensoñaciones, temperamento lunar y tontería. Mi intelecto es de bajo rango. Y tu pupila en mi pupila azul: un intelectual eres tú. Qué está pasando, esto qué es. Yo quiero ser El señor de las bestias.

– ¿Has pasado hambre alguna vez?
Nah, no he pasado nada ninguna vez. Puedo angustiarme, pero luego como algo y ya se pasa.

– Fumas, ¿por qué?
Fumo, sí. Las circunstancias me llevan a ello y yo me entrego, a las circunstancias. Me place y me conforta. Me gusta como hecho social y me gusta la sencillez con que orienta aquellos momentos de entrega al solipsismo. No frivolizo con ello, es dañino, claro, pero ni me excuso ni me dejo contaminar. Me gustaría no fumar para atacar con más pulmón a todos esos que atacan el tabaco de esa manera, en estos tiempos.

Observar su reacción a nivel postural nos dará mucha información

– Que te da más cantidad de placer ¿mear o cagar?
Aquí igual estamos apuntando fuera del tiesto, o qué. La respuesta está en la gravedad. Los asuntos más graves son siempre los que pueden deparar mayores recompensas. O no, pero se dice.

¿De dinero? Yo no haría casi nada, por dinero.
Dame una buena razón.

cartelera y espectáculos

Aquí sacamos temas culturales para que nos deleite con su experiencia y elocuencia:

– James Cameron no es muy guapo pero… (con el bolsillo en la mano y siendo realistas, es el rey del mundo) ¿te acostarías con él?
No sé de qué hablas. ¿De dinero? Yo no haría casi nada, por dinero. Dame una buena razón.

– ¿Desarrollas algo propio o ajeno actualmente?
Me desarrollo, que es mucho. Tengo algunos proyectos entre manos. Deja que te cuente: escribo un libro a pachas con Antonio Trashorras, algo muy divertido de hacer, un juego. Aprendo con él, además, que es algo básico. Es un libro con el cine como excusa pero no es un libro de cine. No sé si querrá editarlo alguien, creo que estamos haciendo algo atractivo pero no sé si habrá alguien para encajarlo. También muevo guiones de largometraje desde hace unos años, pero me fatiga mucho hacerlo, me agota. Luego, a veces, escribo en un documento llamado “El hijo del obispo”, que vendría a ser la continuación de “Imbécil y desnudo”. Algo automático. Tengo también por ahí una novela que me gustaría titular “Fuerza nueve”, pero ese documento está en blanco. Debo guiones de cómic a un par de dibujantes, porque no me convenzo. Y así estamos. Hay más cosas, seguro que hay más cosas, si revuelvo. En fin, titular, titulo bien, creo, ahí me gusto. Y entonces lo dejo estar.

– ¿»Trash entre amigos» frikismo placentero y/o evento social, como está el tema, habrá más?
Trash entre amigos” es una idea lúcida, brillante y generosísima –como todas las suyas- de Raúl Minchinela (AKA Dr. Repronto). Y es cosa doméstica, de cuatro amigotes en el garaje, no hay más, así se plantea siempre y que pase quien guste, todos bienvenidos, haremos lo que podamos. Creo que habrá más, sí, porque nos gusta y porque nos divierte, pero no depende de mí. De hecho, yo soy la rémora entre esos titanes, sé verlo. Me limito a decidir las películas a proyectar junto con Dani Ausente y luego me lo bebo todo, a la salida. Y Vigalondo me toca. Le gusta tocarme, le gusta mi piel. Es lógico, tengo la piel como un bebé, de no trabajar nunca. Tengo cuerpo de 17 años. Mira, mira esta foto. El abanico es coyuntural, otro día te lo cuento. En fin, que no se van a librar de mí fácilmente, desde luego, esos tres. Lo pasamos teta.

Lo pasamos teta

– ¿Sigues pasando por alto el enfrentarte al escritor Chuck Palahniuk?
No tengo interés. Desde el respeto, porque me parece bien, Palahniuk, está bien, pero no sé por qué debería leerlo, no hay tiempo, se me pasó el arroz para él. “El club de la lucha” me parece una película importantísima, al menos para una generación posterior a la mía. Agradezco mucho que exista.

– Me han dicho que has vuelto a ponerte delante de las cámaras en un mediometraje de Pere Koniec, ¿cómo es eso?
Me divierte. Pere Koniec es un hombre muy grato y muy amable, esa es mi única razón. Vi la película. Es buena, es muy honesta y la protagonista me parece preciosa de mirar. Está todo muy bien.

– ¿Cuál es el último descubrimiento interesante que has tenido?
No viene a cuento. Busca en Google Earth. Está todo en el aire.

– ¿y en la cultura global?
Los toros. Los toros son mi último gran descubrimiento y creo que el definitivo. Me es muy difícil transmitirlo y es un tema infinito, además. Piensa en el viento, en el sonido de media tonelada negra embistiendo un caballo, olvídate de toda esa gentecilla andaluza que se repeina en la plaza, olvídate del sufrimiento del animal y esas historias. ¿Tú no metías luciérnagas en un bote, de crío? Me estoy defendiendo, lo siento, pero es que en Barcelona no me están dejando otra opción. Los toros no te los acabas nunca.

– ¿Y en el porno?
No consumo demasiada pornografía, y la que consumo la tengo neutralizada como tal. No sé si me entiendes. Ya es todo cuestión de belleza. En realidad siempre lo fue. Anoche, sin ir más lejos, tiré al contenedor de abajo trescientos uve hache eses pornográficos, vestigios de otra época estrictamente profesional, y fue un trago. Me recordé un poco al Fernando Fernán Gómez de “Maravillas”, cuando le quemaban las revistas guarras: “A esta la he amado mucho”, decía, conmovido.

Fortuna y gloria:

Al grano, €´s bruto anual.

– ¿Conoces algún método para que un ARTISTA gane dinero con su obra?
No. ¿Un artista de verdad?, no. El trabajo, la disciplina, los azares. Pero todo eso es indomable, así que no, no conozco un método ni creo que lo haya. Va como va. ¿Acaso morir? Que dios reparta suerte.

– ¿Cómo se hace para ser un personaje conocido en el mundillo underground?
No sé si estás diciendo que yo lo soy, creo que sí dices eso, aunque yo no tengo plena conciencia. Somos cuatro gatos y en cualquier caso no es algo interesante per se. Nos llevamos bien, pero significa que seguimos en el pantano, ni más ni menos.

– Conozco a personas que se «ganan la vida» gestionando su patrimonio, no es mi caso, ¿es tu caso?
Yo no me gano la vida, nunca llego a ganármela. Hablo en serio. Tengo trucado el contador de la luz.

Dice mi madre que sin dinero no se come.

– Yo he leído Me llaman El Solitario; autobiografía de un expropiador de bancos, ¿quieres que te lo deje y/o expropiamos bancos?

Qué bonitos son esos personajes, eh. Los imaginamos siempre como alaines delones. Pero sabes que nunca lo haremos, que tenemos compromisos y mucho lío. Ojalá. El otro día fui a un banco para una gestión. Nunca lo hago, o siempre evito hacerlo, quiero decir, pero tuve que ir para alguna pijada, algo ínfimo porque yo dinero no tengo. Mientras esperaba mi turno leí un cartel donde se hablaba de no estrecharse la mano, no besarse, no sé qué mierdas. Están locos, tienen miedo, quieren tenerlo. Me da por desearles una muerte pronta y rápida, a esas personas, para que dejen de sufrir.

Otros:

– ¿Puedes mantener una conversación en inglés a nivel de negociación?
No. No. Ni en castellano.

– Que harás el doce del doce del 2010 -cuando skynet despierte- y llegue el fin del mundo?
Esto no lo entiendo. El fin del mundo está siendo desde el principio, y es entretenido.

– Ya que eres un mamífero macho…  ¿como van los planes de construcción de tu «harem»?
Lo tengo aparcado, es trabajoso. Intento centrar el blanco.

– ¿Odias a «Mac» o usas «Windows»… ns/nc… otros?
Mi odio está a otras razones, a otras cosas, y siempre bajo palio. ¿Cómo voy a odiar a “Mac”? Uso Windows. Me gustaría ser diferente, ser diferente como todo el mundo, pero uso Windows. Me es indiferente. Me he bajado unas películas, unas cosas; está bien.

– Defina (sin mirar a Google ni pensar en exceso) «feminazi»
¿Rollo Ilsa? Algo así. El zorrerío. No sé.

Gracias.
Y con una buena sonrisa a lo coronel Hans Landa se le dice:
Ya le llamaremos si eso.

© Fotos: Javier Vega – Desconocido