Nunca la famosa promesa del día de nupcias cobra más sentido que nunca. Megan Fox protagoniza esta película acarreando por completo todo el peso de la trama sobre sus hombros igual que su personaje se ve obligado a cargar con el cadáver de su marido en Till Death. Hasta que la muerte nos separe (Till Death, S. K. Dale, 2021)
Mark (Eoin Macken) decide darle una sorpresa a su esposa Emma (Megan Fox) por su aniversario de boda realmente memorable: crea una trampa mortal que arranca con él suicidándose tras esposarse a ella y dejando contratados a unos asesinos para que la persigan. No es lo que Emma habría pedido, pero ofrece al espectador la oportunidad de disfrutar de una película de género que hace todo lo posible por exprimir su premisa al máximo. Una premisa que recuerda al memorable segundo episodio de la tercera temporada de Historias de la cripta (Tales from the Crypt), Carrion Death, en la que un criminal fugado, interpretado por Kyle MacLachlan, acaba esposado al cadáver del policía que lo perseguía y se ve obligado a arrastrarlo a través del desierto. Till Death y esta serie dedicada a adaptar las clásicas historias que EC Comics publicó en los 50 comparten la afición por la ironía y el humor negro, así como presentar matrimonios tóxicos con mortales desenlaces.
En el film de S. K. Dale, Emma ve como un lastre su infeliz matrimonio con Mark, así que Mark decide hacer literal la metáfora. ¿Cómo lidia Emma con la odisea a la que la somete su marido desde más allá de la tumba? He aquí la fuente de diversión para el espectador, que espera ver cómo Emma se enfrenta a cada nueva dificultad que se pone en su camino. Hacer de Emma un personaje inteligente y resolutivo ayuda a mantener el interés de la historia, especialmente cuando se riza el rizo con la aparición de los asesinos contratados por Mark. Y todo depende de que la interpretación de Fox no provoque que la película se hunda. Y aunque seguramente Megan Fox no ganará nunca un Oscar, cumple con su misión en Till Death.
Como ya he mencionado, Till Death no pretende ser nada más que una efectiva película de género. Una mezcla de thriller y terror que mantenga entretenido al espectador durante 90 minutos. Un objetivo que, por humilde, no carece de mérito alcanzar con éxito.