La enigmática y fascinante figura histórica de Grigori Yefímovich Rasputín, apodado el Monje Loco, ha despertado muchas interpretaciones a su alrededor. Sin ir más lejos, en el cómic lo hemos visto representado en obras como Hellboy, Corto Maltés, Kingsman o The Boys. Sin embargo, no han sido muchas las veces que ha sido el protagonista en una obra de carácter biográfico. Los autores Hernán Migoya y Manolo Carot se han atrevido con esta hazaña, firmando la excelsa obra titulada «Una revolución llamada Rasputín», publicado por Norma Editorial.
La trama se centra en los últimos días de vida de Rasputín, pero son suficientes para mostrarnos la humanidad del protagonista y las razones por las que la nobleza rusa, los políticos y servicios secretos extranjeros le temían tanto que conspiraron un complot para acabar con él.
El cómic se aleja de los estereotipos más conocidos del protagonista al presentarlo con un perfil más humano y mundano, sin esconder sus claroscuros. Eso no quita que, con un toque de socarronería, la obra abre con una de las historias más populares y divertidas sobre él: la exhibición de su supuesto miembro viril en el museo erótico de San Petersburgo.
El encuentro entre la pequeña Alisa y Rasputín, mientras este ayuda de forma altruista a sus conciudadanos con sus problemas y dudas, es el detonante de la historia al ponernos al corriente de la situación del país. Por orden de la Ojrana, el cuerpo de policía secreta del régimen zarista en el Imperio ruso, han encarcelado a su padre químico y farmacéutico, junto a otros 300 médicos, por ser judíos. Alisa teme que pronto serán deportados, por lo que acude en su ayuda.
En las siguientes páginas descubriremos como de intricadas son las relaciones de Rasputín con los de arriba, como con los de abajo, sembrando la semilla de su fatal destino.
«Una revolución llamada Rasputín» es una obra que va de menos a más, de no saber qué sucede, a ir comprendiendo todo poco a poco gracias a los momentos y diálogos escogidos, con el fin de llevarte a la tensión máxima en sus últimas páginas. Además, la extraña amistad de Rasputín con Alisa, una metomentodo que contextualiza toda la inmoralidad del protagonista y nos ayuda, también, a apartar a un lado el mito fantasioso e idealizado. La gracia es descubrir que de mayor será la conocida y polémica filósofa y escritora Ayn Rand.
Si no me equivoco, esta es la sexta colaboración editorial entre Migoya y Carot, excluyendo secuelas y otras obras de menor extensión. Lejos de acomodarse, en «Una revolución llamada Rasputín», ambos autores presentan una obra profunda, sólida y reveladora, sin renunciar al divertimento que les ha caracterizado como tándem a lo largo de los años.
Un salto cualitativo excepcional, desde la historia, compleja, pero cercana y sin falto de clímax, al arte, que alejado del color digital que le conocíamos hasta entonces (a excepción de «El boxeador»), Manolo Carot ofrece un acabado en acuarela fantástico de auténtica BD. Pese a que lo podríamos haber disfrutado ya, esta nueva seña de identidad del autor, si no fuese porque la industria del cómic en España nos ha privado de sus trabajos anteriores, «Akelarre» y «La chute de Dante», ¿no será porque son obras abiertamente eróticas?
Como dato anecdótico, es la segunda vez que Hernán Migoya y Manolo Carot tratan la historia de un tal Rasputín, la primera vez fue en 2003 en la secuela de «Kung fu Kiyo. Kárate a Muerte en Les Corts» titulado «Kung fu Kiyo. Rasputín, el Zar del Raval». Ahí el personaje simplemente tomaba el nombre y algunas de sus características. Es curioso comprobar como el interés en su figura ya estaba presente.
Retomando la obra que nos ocupa, «Una revolución llamada Rasputín» es un trabajo magnífico, de una riqueza cultural en todos los aspectos. Ofrece un retrato de un personaje del que hemos podido oír mucho, pero nunca de una manera tan creíble ni con tanta ambigüedad.
Para rematar esta innegable joya, el álbum editado por Norma Editorial incluye en sus últimas páginas un dosier gráfico donde podemos disfrutar desde bocetos, páginas a tinta, diseños de personajes a pruebas de color e ilustraciones a página completa.
El pasado 28 de noviembre de 2024, la emblemática librería Norma Cómics de Barcelona acogió una sesión de firmas con Manolo Carot a modo de presentación de la obra, oportunidad que no fue desaprovechada y sirvió como punto de encuentro entre los lectores y el autor.
Una revolución llamada Rasputín
Santo, místico, mujeriego, azote de la aristocracia, defensor de los judíos y las minorías sexuales, amigo del pueblo, Grigori Yefímovich Rasputín concita en torno a sí tal cantidad de adhesiones como de odios. Mientras la nobleza rusa, la ultraderecha política y los servicios secretos extranjeros conspiran en un complot para atentar contra su vida, él contará con la inesperada ayuda de una niña excepcional que luchará por salvarlo: la pequeña Alisa, más tarde conocida como Ayn Rand.
88 págs. Color. Cartoné. 23,5 x 31,2 cm.
978-84-679-7195-8
Norma Editorial
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