Será conocida a partir de su estreno como “la nueva de los Coen”. A propósito de Llewyn Davis (Inside Llewyn Davis, Joel y Ethan Coen, 2013) nos lleva hasta 1961 para mostrarnos una terrible semana en la vida del cantante folk Llewyn Davis (Oscar Isaac).
El film mezcla comedia y drama en su retrato de Davis, una persona no muy agradable pero un gran cantante de folk. La película se ambienta justo en el momento en el que la música folk empezaba a hacerse notar en los círculos contraculturales, a un paso de la canción protesta de finales de los 60. Pero el interés del film no recae en un retrato histórico de un movimiento cultural, sino que la figura de Davis parece más bien hacernos reflexionar sobre las diferencias entre arte y artista.
Davis es un completo desastre, especialmente tras la “traición” del compañero con el que hacía un dueto folk (lo entenderéis al ver la película), pero todo cambia cuando coge una guitarra y se pone a cantar. En ese momento Davis se redime frente al espectador, por lo menos hasta que deja la guitarra y vuelva a hacer de las suyas, mostrando su desprecio por su entorno y aquellos que no son auténticos artistas. Un desprecio que también lo incluye a él. En cierto modo, los Coen demuestran cierta vena sádica, ya que, aunque Davis no es ningún angelito, el cúmulo de desgracias que le caen encima parece en ocasiones desmedido (pero es cierto que la mayoría se las provoca el mismo).
Además de ofrecernos un fascinante retrato de Davis, los Coen crean momentos de absurda comedia cuando nos presentan a los curiosos personajes con los que el protagonista se cruza. En este aspecto destaca el papel de John Goodman como Roland Turner, a quien Davis acompaña en un breve viaje a Chicago. También destaca Carey Mulligan como Jane, la pareja de uno de los amigos de Davis con la que este mantiene una relación que va más allá de la simple amistad, la cual tiene la que creo yo es la mejor frase de la película, al definir a Davis de la siguiente manera: Todo lo que tocas se convierte en mierda, eres como el hermano tonto del rey Midas.
Los Coen nos vuelven a regalar una joya que mezcla melancolía y humor negro. Un film totalmente recomendable, aunque si no te gusta la música folk o estás muerto por dentro puede que se te haga algo pesado.
Estreno en las salas españolas el 1 de enero.