Expresión muy utilizada para quitar importancia a sucesos pequeños y para sentir consuelo. Es feo pero a veces funciona y te hace sentir mejor, aunque este no es el caso.
Esta misma mañana empecé a oler a quemado y al poco sonaron unas sirenas…. me asomo al patio para comprobar que una gran columna de humo negro (que no era el monstruo de Perdidos, aunque lo pareciese) adornaba gran parte del cielo. Un incendio acaecía en el segundo piso del edificio situado en Ramón y Cajal 57, por suerte no hay que lamentar perdidas personales.
Cualquiera le diría a la inquilina ayer a las 21:31 momento en que publicaba un anuncio buscando compañero de piso para alquilar una habitación con balcón, que 12 horas después se estaría calcinando cualquier opción de dormir de nuevo en el inmueble.
Momentos como estos y en la situación en la que nos encontramos [crisis, subidas de impuestas, paro..] cuesta imaginar que las cosas pueda ir peor, pero así es… un día puedes estar pensando en planes para el futuro y al otro, tener que afrontar severos reveses.
Para animar a la inquilina y al resto de personas, un cortometraje de Jaume Rofes algo escatológico y muy divertido que se titula Hay gente que está peor.