La productora Blumhouse se ha convertido en el principal referente del cine de terror comercial actual. Su nuevo estreno es El sótano de Ma (Ma, Tate Taylor, 2019), película en la que Octavia Spencer es la peligrosa Ma del título.
Para el grupo de amigos formado por Maggie (Diana Silvers), Haley (McKaley Miller), Andy (Corey Fogelmanis), Chaz (Gianni Paolo) y Darrell (Dante Brown), Sue Ann (Octavia Spencer) no es más que una solitaria mujer de mediana edad que les consigue alcohol. Y también les ha organizado un lugar donde hacer fiestas: el sótano de su casa. Todo parece inofensivo y divertido, hasta que Maggie empieza a sospechar que Sue Ann, a la que llaman Ma, esconde un lado oscuro.
El sótano de Ma se sitúa en un término medio entre la producciones más mediocres de Blumhouse, como Verdad o reto (Truth or Dare, Jeff Wadlow, 2018), y las más interesantes y brillantes, como Feliz día de tu muerte (Happy Death Day, Christopher Landon, 2017). Y si no fuera por la presencia de Octavia Spencer, seguramente estaría justo al lado de Verdad o reto.
La película es una mezcla de slasher ochentero y los llamados thrillers psicológicos de los 90, títulos como La mano que mece la cuna (The Hand That Rocks the Cradle, Curtis Hanson, 1992) o Mujer blanca soltera busca… (White Single Female, Barbet Schroeder, 1992). Del slasher coge el asesino con ganas de venganza por un agravio de juventud y los protagonistas adolescentes, del thriller su desarrollo y estructura, con el psicópata introduciéndose de forma insidiosa en la vida de los protagonistas.
Para que el plan de Ma funcione, la película obliga a sus protagonistas a actuar de forma increíblemente estúpida, tomando decisiones que no tienen mucha lógica. Por supuesto, esta falta de lógica puede que sea un reflejo de las diferencias culturales, ya que aquí no está prohibido comprar alcohol a los menores de 21 años. Es afortunado, sin embargo, que el desarrollo de los personajes no se vea muy afectado por esta imposición del guion de actuar estúpidamente en alguna ocasión.
Irónicamente, son estos momentos estúpidos, más los toques de humor negro en los que la película no se toma muy en serio a sí misma, los que generan los únicos momentos de interés en un film que no ofrece nada nuevo al espectador. Sobretodo si se es aficionado al género, El sótano de Ma es un film regular, que tarda demasiado en ofrecer algo que llame la atención de una audiencia que ya ha visto muchas veces este tipo de historia.