Tras el repaso a las cinco primeras películas de la saga A togo gas, llega el momento de comentar Fast & Furious 6.
Lo han vuelto a hacer.
Con esta nueva entrega me temía lo peor. La apuesta aumentaba, en ambición y presupuesto, y después de ver el magnífico recibimiento por parte de crítica y público de la anterior lo más probable era meterse un tropezón, que a estas alturas, seguramente, seria letal. Gracias a Ford, no solo han mantenido el nivel, además, han apretado el botón de nitrógeno para subir el listón.
Hobbs (Dwayne Johnson) va tras la pista de una banda criminal europea liderada por un ex-militar, Shaw (Luke Evans). Para atraparlos necesita la ayuda de la banda de Toretto, todos en paradero desconocido disfrutando del botín de su última aventura en Brasil. Para convencerlos les ofrece un indulto, y además, dar con Letty (Michelle Rodríguez) que resulta no estar muerta.
Al finalizar la quinta entrega quedaba claro que todo el equipo de la película estaba abierto a una nueva entrega con una escena que indicaba por dónde podían ir los tiros: encontrar a Letty, pieza clave en esta segunda trilogía de la saga, centrada en el concepto de familia. Aunque la idea parecía interesante, por el enigma implícito, faltaba acompañarla de nuevos ingredientes que evitaran hacerla caer en la repetición. No sé de quién fueron las ideas de buscar némesis a todos los personajes y crear un villano con más protagonismo, e hijoputismo, pero me quito el sombrero ante él. A eso hay que sumarle la química entre los personajes, definiendo de nuevo sus relaciones, y que los actores saben interpretar sus papeles con los ojos cerrados, y con esto señalo directamente a Vin Diesel, que en esta ocasión por fin parece transmitir algo más que mala leche o cara de palo.
El film sigue el tono épico de la anterior, aportándole más introspección, eso sí, multiplicando la espectacularidad hasta un punto que podría caer en el ridículo. Gracias a Justin Lin y Chris Morgan, director y guionista, todo se mantiene bajo control combinando el argumento con buen tempo y efectividad, más las dosis dedicadas a los personajes, el humor y la acción. Todos sabemos que es imposible saltar de un coche en marcha saltando un puente para coger al aire a alguien y caer casualmente encima de otro coche en marcha sin matarte, pero…¿qué más da? Solo te quedas con el riesgo que conlleva y que merece la pena para salvar a tu amada, aunque te hayan disparado en escenas anteriores.
En definitiva se trata de una gran entrega que iguala, o hasta supera, a su predecesora fusionando todo como un reloj suizo, o mejor dicho, el motor tuneado de Toretto. Un blockbuster intrascendente que es consciente de ello y juega con ello en cada escena.
Ah, y cómo no, escena post créditos dónde se matan dos pájaros de un tiro, ordenar cronológicamente todos los episodios de la saga y trazar el camino de la séptima. Hasta el verano que viene, Vin Diesel y compañía.
Nota: 4 sobre 5.