Ruge en las pantallas la tercera entrega del Monstruoverso de Warner y Legendary, Godzilla: Rey de los monstruos (Godzilla: King of the Monsters, Michael Dougherty, 2019), que fue precedida de Godzilla (Gareth Edwards, 2014) y Kong: La isla Calavera (Kong: Skull Island, Jordan Vogt-Roberts, 2017).
Han pasado cinco años desde que Godzilla despertó junto a otras criaturas gigantescas. La agencia Monarch ha estado monitorizando estos titanes para asegurarse de que no sean un peligro para la humanidad. Las cosas se complican enormemente para Monarch cuando la doctora Emma Russell (Vera Farmiga) y su hija Madison (Millie Bobby Brown) son secuestradas por el ecoterrorista Alan Jonah (Charles Dance), debido a que la doctora Russell ha creado un sistema para comunicarse con estos monstruosos titanes: el ORCA. Mientras Mark Russell (Kyle Chandler) dirige la misión con el objetivo de rescatar a su ex mujer y a su hija y recuperar el ORCA, los titanes van despertando creando continuos desastres. ¿Podrán Monarch y Godzilla detener a los monstruos antes de que la humanidad se extinga?
Parece cada vez más evidente que la razón por la que las películas del Monstruoverso han funcionado tan bien hasta ahora es que Legendary ha sabido colocar al frente de cada proyecto directores que entienden el género perfectamente, que entienden lo que hace que una película de Godzilla funcione adaptando sin problemas el modelo japonés. Michael Dougherty no es ninguna excepción. Director de las películas de culto Truco o trato: Terror en Halloween (Trick ‘r Treat, 2007) y Krampus: Maldita Navidad (Krampus, 2015), se nota que Dougherty dirige desde la perspectiva de un fan del género, llenando la pantalla de guiños y, lo más importante, creando un espectacular espectáculo monstruoso de titánicas proporciones, con un nivel de destrucción que no se ha visto fuera de las pantallas niponas.
La razón por la que funciona la acción monstruosa es que se basa en el elemento emocional y se centra en el drama humano. Las peores películas de monstruos son aquellas que simplemente juntan criaturas a luchar, sin preocuparse por crear personajes humanos interesantes con los que conectar. Godzilla: Rey de los monstruos ofrece grandes escenas monstruosas pero las dosifica de manera que no pierdan impacto ni acaben saturando al espectador, dejando que sean los protagonistas humanos los que enganchen al espectador hasta el próximo encuentro. Y tener un reparto sólido es importante para anclar al espectador y que el andamiaje que sostiene el film aguante.
Por suerte, el film de Dougherty cuenta con ese sólido reparto que mantiene el factor humano interesante: Kyle Chandler, Ziyi Zhang, Sally Hawkins, Vera Farmiga, Millie Bobby Brown, Charles Dance, Thomas Middleditch y Ken Watanabe son actores y actrices, algunos populares ahora por su trabajo en series como Bobby Brown por Stranger Things, que hacen creíble esta historia de criaturas gigantes. Es su trabajo el que logra que los efectos visuales resulten espectaculares, en lugar de vacíos fuegos artificiales.
Con momentos que pueden provocar que los ojos se te derritan de puro placer, Godzilla: Rey de los monstruos resulta entretenida de principio a fin, un placer para los amantes de este género y recomendada para todos aquellos que quieran pasar un fantástico buen rato en las salas de cine. Además, esta entrega planta las semillas para el que será el siguiente título de esta franquicia: Godzilla vs. Kong (Adam Wingard, 2020).
