La disparatada ópera prima de Moritz Mohr está protagonizada por Bill Skarsgård (It), además de Jessica Rothe, Famke Janssen y, para los fans del cine de acción, Yayan Ruhian (John Wick: Capítulo 3 – Parabellum). Kill Boy (Boy Kills World, Moritz Mohr, 2023) es un ultraviolento torbellino de sangrientas venganzas.
Después de que ejecutara a toda su familia, Boy (Bill Skarsgård) ha jurado venganza sobre Hilda Van Der Koy (Famke Janssen) y toda su decadente estirpe, quiénes dirigen con psicopática mano de hierro un estado totalitario. Para conseguirlo, Boy se pone en manos del Chamán (Yayan Ruhian) para que lo convierta en el guerrero definitivo. Una vez convertido en un instrumento de muerte, Boy se lanza a saciar su sed de venganza.
Este es el argumento de Kill Boy. No es muy original, ya que resulta bastante familiar, pero eso no importa en el caso de esta película. Este es uno de esos casos en que el cómo se cuenta algo es más importante que lo que se cuenta. Como ya sucedía con The Shaolin Plot (Si da men pai, Feng Huang, 1977), un gran clásico del género, el cual no cuenta con un argumento muy absorbente, o la también clásica fantasía de artes marciales Duelo a muerte (Xian si jue, Siu-Tung Ching, 1983).
En el film se mezcla el cine de artes marciales, los videojuegos y el cómic (americano y manga) para ofrecer diversas secuencias de acción y violentas peleas. Tremendamente violentas peleas, la sangre y las mutilaciones no faltan, aunque es una violencia “de tebeo”, que encaja dentro del tono cómico de la película. Es este estilo posmoderno lo que hace de esta película algo más que un simple ejercicio de acción (que bien hecho tampoco tiene nada de malo).
La acción (en más de un sentido) transcurre en un mundo de fantasía. No se especifica en dónde ni cuándo, la ciudad es una mezcolanza de culturas y lenguas, la tecnología es tanto futurista como antigua… El tipo de lugar que veríamos en un videojuego de lucha. La banda sonora también contribuye a construir este lugar de fantasía utilizando canciones originales y no, con una lista de grandes éxitos para acompañar los tiroteos y mamporros. En este lugar de fantasía viven personajes extremos y exagerados, pero que encajan en el mundo en que viven. Además, vemos la historia a través del punto de vista de Boy, lo que le añade una capa extra de extrañeza.
Dicho esto, debido a que adopta la estructura de una película clásica de artes marciales, los diversos giros de guion resultan bastante predecibles si se está un poco familiarizado con el género. A favor de Kill Boy se ha de decir que, a pesar de ello, proporciona tanta diversión que no se estropea su disfrute.
Destinada a convertirse en película de culto debido a las opuestas reacciones que provoca, esta no es una película para todo el mundo. Si quieres ver una explosión de ultraviolencia cargada de humor negro y absurdo en un mundo irreal construido con pedazos de videojuegos y cómics, Kill Boy puede que sea tu tipo de veneno.
Kill Boy
El joven sordomudo Boy decide enfrentarse a la matriarca de la familia Van Der Koy, una desquiciada dinastía que tiene a toda la población sometida bajo su yugo. Tras vivir una trágica infancia, un enigmático chamán le ha convertido en un instrumento de venganza listo para hacer justicia. ¿Una misión suicida? Boy está más que preparado para una buena dosis de acción y ultraviolencia.
Guion: Tyler Burton Smith y Arend Remmers
Reparto principal: Bill Skarsgård, Jessica Rothe, Famke Janssen, Yayan Ruhian, Michelle Dockery, Brett Gelman
