Todos aquellos que querían ver una trepidante y emocionante película de acción con espías van a tener que seguir esperando. La conspiración de noviembre (The November Man, Roger Donaldson, 2014) no es particularmente trepidante ni emocionante. Pero lo intenta.
El agente de la CIA retirado Peter Deveraux (Pierce Brosnan) es obligado a volver a la acción por su antiguo jefe Hanley (Bill Smitrovich) cuando se descubre que diversos antiguos agentes están siendo asesinados por su relación con Arkady Federov (Lazar Ristovski), candidato a la presidencia de Rusia. Cuando Deveraux intenta rescatar a la agente Natalia Ulanova (Mediha Musliovic), la cual tiene información comprometedora de Federov, esta es asesinada por su propia gente. Desesperado, con ansías de venganza y sin saber en quién confiar, Deveraux intentará llegar al fondo del asunto protegiendo a Alice (Olga Kurylenko), la cual puede ser la clave de tantas muertes.
Los dos protagonistas de esta película, Pierce Brosnan y Olga Kurylenko, son conocidos principalmente por su participación en las aventuras cinematográficas de James Bond. Brosnan interpretó al famoso agente británico en cuatro ocasiones, en películas de distinta calidad, y Kurylenko fue la chica Bond de la deslucida 007: Quantum of Solace (Quantum of Solace, Marc Forster, 2008). Por supuesto, dentro del género de espías, las películas de James Bond son pura fantasía, mientras que La conspiración de noviembre intenta ser más “realista”. El problema es que en la actualidad, el referente para las películas de espías “realistas” es la excelente trilogía Bourne (no incluyo la cuarta entrega, obviamente) para las cintas más orientadas hacia la acción, sin olvidar series de televisión como Homeland. Y, desde luego, la película que nos ocupa no está a la altura de las adrenalíticas películas que protagonizara Matt Damon (que posiblemente volverá a interpretar al personaje en un futuro próximo). El film de Roger Donaldson es demasiado mediocre y típico como para resultar realmente entretenido.
Su principal problema es que parece una película de los años 90, tanto en su ejecución como por su argumento. Y lo que puede que en los 90 nos hubiera parecido correcto, hoy día parece anticuado y aburrido. En definitiva, La conspiración de noviembre es un film mediocre que no deja ninguna huella en el espectador.
Estreno en las salas españolas el 13 de marzo.
