La joven Sook-Hee (Tae-ri Kim) entra a trabajar como doncella para una rica heredera, Hideko (Min-hee Kim), con un nombre falso, ya que en realidad forma parte de una trama para hacerse con el dinero de Hideko. Sin embargo, no todo es lo que parece y ambas se ven envueltas en un juego de secretos y traiciones.
Park Chan-wook nos ofrece en La doncella (Ah-ga-ssi, 2016) un nuevo ejemplo de su versatilidad como director. Al igual que, por ejemplo, Ben Wheatly, Chan-wook dirige películas de diferentes géneros, pero manteniendo siempre su propia personalidad e identidad visual. Si bien el director coreano es más conocido por películas oscuras y retorcidas como las que conforman su trilogía de la venganza (formada por Sympathy for Mr. Vengeance [Boksuneun naui geot, 2002], Old Boy [Oldeuboi, 2003] y Sympathy for Lady Vengeance [Chinjeolhan geumjassi, 2005]), Park Chan-wook es también capaz de ofrecer películas más divertidas y románticas como la genial Soy un cyborg (Ssa-ibo-geu-ji-man-gwen-chan-a, 2006).
La doncella se sitúa en un punto intermedio entre ambas tendencias del director. Ambientada en los años 30 en Corea, el film mezcla romanticismo, comedia y películas de robos, pero con algunos momentos y algunas escenas retorcidas y perversas, así como un regreso al tema de la venganza. Con el impecable y dinámico estilo visual que caracteriza al director, creando imágenes y escenas de gran belleza, adopta las características propias del género de las películas de robos elaborados, al estilo de la clásica El golpe (The Swing, George Roy Hill, 1973) o la más reciente Ahora me ves… (Now You See Me, Louis Leterrier, 2013), y las reinterpreta a su manera. Esto significa que mientras los personajes en la pantalla se manipulan entre ellos, el director juega de la misma manera con el espectador, manipulando las expectativas que este se hace al inicio de la historia.
La habilidad del director se demuestra en el hecho de que el espectador no se siente engañado por la película mediante los juegos narrativos, sino más bien maravillado como lo hace tras ver un gran número de magia. Además, se ha de tener en cuenta que el director ya advierte al espectador de que no se ha de fiar de nada de lo que ve en la escena que abre el film. De todos modos, no se ha de olvidar que lo importante de La doncella es la relación entre las dos protagonistas. Es una historia de amor contada como si fuera una historia criminal de ladrones y timadores con toques de venganza.
Park Chan-wook parte de temas e historias que resultarán familiares al espectador pero consigue presentarlos de manera que parezcan nuevos. Por ello, ya sea por su soberbia narrativa visual, su atípico romanticismo o su historia de engaños y robos, os recomiendo que os dejéis seducir por La doncella.
Estreno en las salas españolas el 2 de diciembre
