Maggie Q, Michael Keaton y Samuel L. Jackson protagonizan el regreso a la acción de Martin Campbell, el director de Casino Royale (2006), con un guion de Richard Wenk, responsable de otros guiones como The Equalizer: el protector (Antoine Fuqua, 2014)
El argumento de La protegida (The Protégé, 2021) no sorprenderá al aficionado al género: Anna (Maggie Q) es una asesina a sueldo que se embarca en una misión de venganza cuando su mentor, Moody (Samuel L. Jackson), es asesinado. En la búsqueda del responsable iniciará una peligrosa relación con Rembrandt (Michael Keaton), que trabaja para el asesino de Moody.
Es extraño que Maggie Q no se haya convertido en una estrella del cine de acción. O tal vez no teniendo en cuenta los papeles a los que tenía acceso en el cine Made in Hollywood. Dentro del cine de acción producido en Hong Kong sí que ha tenido la oportunidad de brillar en papeles hechos a medida como en Arma desnuda (Chik loh dak gung, Siu-Tung Ching, 2002), pero en las películas de estudio americanas no ha tenido las mismas oportunidades, a pesar de protagonizar la nueva versión de la serie Nikita. Ahora sí tiene un papel protagonista, pero es difícil que La protegida la convierta en una estrella.
El film de Martin Campbell contiene diversos elementos habituales y queridos por los aficionados al género: una trama de venganza, asesinos con códigos de honor, un protagonista pateador carismático, una pateadora en este caso, y secuencias de acción con buenas coreografías. Pero nunca se eleva más allá de una correcta ejecución. Es metadona comparada con la droga dura de un John Wick, por ejemplo. Otro problema que tiene es que Michael Keaton no resulta creíble en su papel, no porque Keaton no esté a la altura, sino porque el papel pedía alguien más joven para que la relación con el personaje de Maggie Q resultase creíble.
Para el fan del cine de acción, La protegida es poco más que un film medianamente entretenido, que no aburre, pero tampoco resulta memorable.
