Cine

La venus de las pieles

La nueva película de Roman Polanski, La venus de las pieles (La Vénus à la fourrure, 2013), sigue la estela de su anterior film, Un dios salvaje (Carnage, 2011). Se trata de la adaptación de una obra de teatro, pocos personajes, la acción transcurre en tiempo real y se podría calificar de comedia negra. Pero ahí acaban los parecidos, ya que La venus de las pieles retoma algunos de los temas tratados por Polanski en Lunas de hiel (Bitter Moon, 1992).

La venus de las pieles

Thomas (Mathieu Amalric) es un director de teatro desesperado por encontrar a la actriz perfecta para encarnar a la protagonista de su nueva obra, una adaptación teatral de la novela de Leopold von Sacher-Masoch La venus de las pieles. Parece que no existe ninguna actriz adecuada y el frustrado Thomas se dispone a irse a casa al término de las audiciones cuando aparece Vanda (Emmanuelle Seigner), una actriz que parece vulgar e ignorante, nada adecuada para el papel. De todos modos, Thomas accede a que haga una audición y poco a poco se verá atrapado por el hechizo de esta actriz, sumergiéndose sin darse cuenta en un peligroso juego.

Polanski logra muchas cosas con esta película. La principal es que no parece una obra de teatro filmada, lo cual no es nada fácil teniendo en cuenta que solo hay dos personajes y que toda la acción transcurre en un teatro. El uso del formato panorámico evita crear una sensación de claustrofobia, mientras que la agilidad a la hora de idear planos y secuencias evita que el espectador se sienta visualmente aburrido. A pesar de que la fuerza recae en los diálogos, Polanski no olvida que el cine es un medio visual, así que no se limita a filmar cabezas parlantes.

Fotograma de la película

Por supuesto, el gran trabajo de los dos actores protagonistas contribuye a atrapar al espectador en la compleja trama emocional y a que se deje seducir por la historia. Seigner como seductora y Amalric como seducido están ambos fantásticos, y logran llevar a cabo la difícil tarea de sostener ellos solos la acción de la película.

El guion a cargo de Polanski y David Ives adapta una obra de teatro del propio Ives que juega a adaptar la novela de Sacher-Masoch (novela que fue convertida en una muy recomendable película en 1969 por Massimo Dallamano con el título de El placer de Venus [Le malizie di Venere]). Sin ser explícitamente una adaptación, los temas y la evolución de la novela sirven como fondo a la acción de la película. Salvo por la diferencia de que el complejo juego de roles de la obra de Sacher-Masoch, sirve como distracción para la auténtica agenda de los personajes, que pronto se verán atrapados por los juegos que aparecen en la clásica novela. Por desgracia, no puedo ser más explícito en este sentido para no estropearos la diversión de descubrirlo vosotros mismos al ver el film de Polanski.

En definitiva, La venus de las pieles logra ser absorbente, entretenida y muy divertida usando como únicos recursos un buen guion y dos buenos actores. Sumado al buen ojo de Polanski para crear imágenes, el resultado final es un estupendo film muy recomendable.

Estreno en las salas españolas el 31 de enero.

© Imágenes: Wandavision