La actriz Jennifer Garner se hizo muy popular gracias a la serie Alias y su aparición en el film Daredevil (Mark Steven Johnson, 2003). El fracaso de Elektra (Rob Bowman, 2005) hizo que Garner se alejara del cine de acción, genero al que ahora regresa con Matar o morir (Peppermint) (Peppermint, Pierre Morel, 2018).
Durante cinco años, Riley North (Jennifer Garner) se ha estado preparando para vengarse de la banda criminal que asesinó a su marido y a su hija. Ahora está lista para bañar las calles de Los Ángeles con la sangre de criminales, sin que la policía pueda hacer nada para detenerla.
Ver Peppermint hoy día es casi viajar en el tiempo. Su estilo, con deformaciones de celuloide y banda sonora nu-metal, es puro años 90. Su argumento, por otro lado, es puro años 80, especialmente por la manera en que presenta el sistema judicial como algo corrupto y fallido al servicio de los criminales, de modo que la única salida es tomarse la justicia por la mano. La diferencia es que en aquel entonces un hombre era el protagonista de este tipo de historias de venganza, Charles Bronson, Dolph Lundgren o Steven Seagal, dependiendo del presupuesto y la década. En cambio, ahora tenemos a un fuerte personaje femenino al frente, como en la reciente obra maestra La villana (Akneyeo, Byung-gil Jung, 2017). La otra diferencia es que en los 80 los malos habrían sido mafiosos italianos y ahora son bandas latinas.
Su falta de innovación en el desarrollo, aunque se incorporan las redes sociales, es lo que hará que el espectador se sienta atraído o no por la historia, semejante a lo que sucedía con Hell Fest (Gregory Plotkin, 2018). El problema es que Peppermint no llega nunca a los excesos de las películas de venganza justiciera de los 80 (si habéis visto El exterminador [The Exterminador, James Glickenhaus, 1980] sabréis a qué excesos me refiero). Es por eso que el film acaba siendo algo deslucido, si bien no deja de ser entretenido a pesar de su mediocridad. Algo positivo que se puede decir es que sigue mucho mejor el espíritu de El justiciero de la ciudad (Death Wish, Michael Winner, 1974) que el pésimo remake El justiciero (Death Wish, Eli Roth, 2018).
En definitiva, Matar o morir (Peppermint) es un film para los aficionados al género de los justicieros urbanos sedientos de venganza, aquellos que puede encuentren cualidades redentoras en el film a pesar de sus fallos.