Película basada en hechos reales, Matar al mensajero (Kill the Messenger, Michael Cuesta, 2014) trata temas como el abuso de poder y la corrupción, reflejando problemas actuales aunque esté ambientada en los años 90.
El film cuenta el calvario que sufrió el periodista Gary Webb, interpretado por Jeremy Renner en la película, cuando expuso cómo la CIA había traficado con cocaína para financiar a la Contra, los rebeldes nicaragüenses, en un nuevo intento de fundar “una dictadura amiga” de los Estados Unidos.
El fondo de la película es muy interesante, más teniendo en cuenta un reciente informe publicado en Estados Unidos, comentado en el New York Times, sobre los contraproducentes resultados de la política exterior americana y las acciones de la CIA a lo largo de las últimas décadas, especialmente en Centro y Sudamérica. Matar al mensajero expone como, siguiendo una filosofía que se resume en “el fin justifica los medios”, el gobierno americano llevó a cabo unas acciones que tuvieron terribles consecuencias, no solo para los nicaragüenses, también en el propio pueblo americano.
Pero como película, Matar al mensajero es algo irregular. La primera mitad, en que se muestra la investigación de Webb y se descubre la conspiración para mantenerlo todo en secreto, funciona perfectamente, recordando a otros thrillers conspiranoicos del mismo estilo, como la clásica y referente del género Todos los hombres del presidente (All the President’s Men, Alan J. Pakula, 1976). Sin embargo, en su segunda mitad, cuando trata sobre los intentos de censura, la persecución y el acoso que sufre Webb tras publicar su investigación, el film va perdiendo gas y el ritmo que ha ido cogiendo a lo largo del primer tramo.
Lo que se mantiene consistente a lo largo de toda la película es el excelente trabajo de los actores, empezando por Renner. La película cuenta con un gran reparto de actores, muchos de ellos haciendo breves cameos o en papeles secundarios como Mary Elizabeth Winstead, Paz Vega, Oliver Pratt, Andy García o Ray Liotta.
Aunque sea un film regular, la historia real que cuenta es muy interesante y su coda es sin duda impactante y material de reflexión. Tal vez se habría conseguido mejores resultados con un documental, pero sin duda esta película dará a conocer a mucha gente una historia en el fondo terrible, además de ser un film entretenido.
Estreno en las salas españolas el 14 de noviembre.
