Regresan a las pantallas de cine las tortugas ninja mutantes adolescentes creadas por Kevin Eastman y Peter Laird. Esta vez lo hacen en una película de “imagen real” (como si las películas de animación no fueran reales), después de que el 2007 se estrenara TMNT: Tortugas ninja jóvenes mutantes (TMNT, Kevin Munroe), una cinta de animación por ordenador que pasó sin pena ni gloria.
La ciudad de Nueva York sufre una oleada de crímenes perpetrados por el Clan del Pie. Cuando el índice de criminalidad empieza a bajar, inmediatamente las autoridades asumen el mérito, pero la periodista April O’Neil (Megan Fox) sospecha que en realidad es un justiciero urbano el que está poniendo a raya el Clan del Pie, pero nadie la cree. Menos aún cuando descubre que no se trata de un justiciero urbano sino de un cuarteto de justicieros que resultan ser las Tortugas Ninja (obviamente). April se aliará con las tortugas para poner fin a un mortal plan del Clan del Pie que amenaza a toda la ciudad.
Cuando uno descubre que en la producción de Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja) (Teenage Mutant Ninja Turtles, Jonathan Liebesman, 2014) está implicada la compañía de Michael Bay Platinum Dunes y que además está dirigida por un director que hasta la fecha no ha ofrecido más que mediocre film tras mediocre film, es natural que se enciendan todas las alarmas y se espere una abominación cinematográfica de proporciones épicas. Sin embargo, no es una película tan mala. Al acabar de verla, me pregunté: ¿le habría gustado al yo de diez años que vio la primera Tortugas ninja (Teenage Mutan Ninja Turtles, Steve Barron, 1990)? Y la respuesta es sí. Tenedlo en cuenta.
De hecho, esta nueva película es casi un remake de la que dirigiera Barron, ya que el argumento es prácticamente el mismo (excepto que en esta nueva encarnación no aparece Casey Jones, tal vez lo reserven para la segunda parte), aunque se cambia y “moderniza” el origen de Splinter y las tortugas, de manera que todo parece mucho más estúpido. Por ejemplo, Splinter (cuya voz corre a cargo de Tony Salhoub en la versión original) se convierte en un maestro de las artes marciales tras encontrar un libro sobre el tema en la alcantarilla, en lugar de que en el pasado había sido la mascota de un maestro de las artes marciales.
El film está lleno de detalles absurdos como este, que puede que enfaden a los fans de las tortugas de toda la vida. Pero la verdad es que esta película no está hecha para ellos, sino para las nuevas generaciones que lo único que saben de las tortugas es que protagonizan una serie de dibujos en la tele.
Otro detalle que llama la atención es que Ninja Turtles tiene un tono más violento y (en algunas escenas) más oscuro que las anteriores películas. De nuevo, algo que tal vez no guste a los padres pero que encantará a sus hijos.
Si pensáis ir a ver Ninja Turtles llevados por la nostalgia, tal vez es mejor que os lo penséis dos veces. Mentiría si dijera que no tiene momentos divertidos y, gracias a las escenas de acción, se pasa bastante rápido, pero la simpleza del argumento y los personajes puede acabar aburriendo. Pero si tenéis entre 10 (o menos) y 15 años, os hará disfrutar de principio a fin.
Estreno en las salas españolas el 17 de octubre.