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No hables con extraños

Protagonizada por James McAvoy, Mackenzie Davis y Scout McNairy, llega a nuestras pantallas el tenso thriller No hables con extraños (Speak No Evil, James Watkins, 2024), remake americano de la película danesa Speak No Evil, Christian Tafdrup, 2022).

No hables con extraños

Louise (David) y Ben Dalton (McNairy) y la hija de ambos Agnes (Alix West Lefler) están de vacaciones en Italia. Allí conocen a Paddy (McAvoy) y a Ciara (Aisling Franciosi), también de vacaciones junto a su hijo Ant (Dan Hough). Ambas familias se caen en simpatía, así que cuando Louise y Ben reciben una invitación para pasar un fin de semana en la granja de Paddy, en el sur de Inglaterra, estos deciden aceptar, también como una manera de huir de sus propios problemas de trabajo y de pareja. Al principio todo va bien, pero pronto se hace evidente que no todo es lo que parece. En la granja de Paddy se esconden inquietantes y mortales secretos.

Fotograma 1 de No hables con extraño

El argumento de No hables con extraños, así como su título original y el castellano, son bastante genéricos. Resulta familiar porque es muy parecido al de gran cantidad de películas de suspense en las que un elemento extraño se introduce en una familia/pareja con la intención de destruirla o apoderarse de ella. Son lo que yo llamo «películas de cuco asesino», por la manera en la que los cucos crían. Aunque se parte de una fórmula bien establecida, la ejecución de dicha fórmula, por un lado, y el trabajo de los actores, por otro, elevan esta película, haciendo de ella un título interesante por encima de la media. En particular destaca el trabajo de McAvoy, que equilibra resultar seductor y encantador en un comienzo para luego ir mostrando su lado oscuro de forma progresiva. Paddy encarna un monstruo tóxico clásico, que olfatea la fragilidad de la pareja formada por Ben y Louise, sabiendo cómo explotarla en beneficio propio.

James McAvoy en No hables con extraño

Tal vez sea la influencia europea de la original, pero esta película también resulta interesante por cómo introduce este género en el siglo XXI. Es decir, este tipo de películas, como La mano que mece la cuna (The Hand That Rocks the Cradle, Curtis Hanson, 1992) o Hiedra venenosa (Poison Ivy, Katt Shea, 1992), eran reafirmaciones de los valores familiares clásicos dentro de la popularidad del cine de psicópatas que amenazan la vida de sus protagonistas. El psicópata de turno pasa a representar de forma alegórica los miedos y ansiedades del mainstream. También muchas de ellas dan rienda suelta a los miedos urbanitas, como Falsa seducción (Unlawful Entry, Jonathan Kaplan, 1992) o De repente, un extraño (Pacific Heights, John Schlesinger, 1990). No hables con extraños mezcla ambas tendencias, pero subvirtiéndolas de forma efectiva y sutil. Incluso hay una escena habitual en este tipo de películas en la que se invierten los roles tradicionales, sin que el personaje masculino se convierta en el líder y centro, si no que la pareja trabaja en equipo, reforzando su unidad como si se tratase de una terapia familiar infernal.

Dejando disquisiciones subtextuales de lado, No hables con extraños es un sólido thriller, que logra su objetivo de mantener al espectador en un estado de tensión y suspense hasta el final.

póster de No hables con extraños

No hables con extraños

James Watkins

Cuando una familia estadounidense va invitada a pasar un fin de semana en la idílica finca campestre de una encantadora familia británica que conocieron en unas vacaciones, lo que comienza como una escapada de ensueño, pronto se convierte en una retorcida pesadilla psicológica.


Guion: James Watkins (basado en el guion original de Christian Tafdrup y Mads Tafdrup

Reparto principal: James McAvoy, Mackenzie Davis, Scoot McNairy, Aisling Franciosi, Alix West Lefler y Dan Hough