Ya podéis sentir el rugido del Oso vicioso (Cocaine Bear, Elizabeth Banks, 2023), dispuesto a arrasar en nuestras pantallas como lo ha hecho en las pantallas de Estados Unidos. Desde el momento en que se anunció el proyecto, su título (original) simplemente ya sirvió para que se creara un gran hype a su alrededor a través de las redes sociales en internet, como sucedió en el pasado con otros títulos como Serpientes en el avión (Snakes on a Plane, David E. Ellis, 2006). Sin embargo, al contrario que esos otros títulos que se desinflaban una vez llegaban a las pantallas (demostrando que internet no es el mundo real), Oso vicioso se mantuvo con gran éxito en las pantallas. Y es posible que la historia se repita aquí.
A lo largo de los años setenta del siglo XX se produjeron dos tendencias importantes dentro del cine americano. La más significativa es que el éxito de películas como Tiburón (Steven Spielberg, 1975), La guerra de las galaxias (Star Wars, George Lucas, 1977) o Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979) hizo que los estudios de Hollywood empezaran a invertir grandes presupuestos en lo que hasta entonces se consideraban argumentos de serie B, algo impropio del cine “serio”, lo que acabaría modelando el cine de los 80. Otra tendencia significativa de la década de los 70 (aunque no nació en esa década) es que se afianzó el subgénero del eco-terror y los ataques de animales, en parte por seguir el éxito del clásico de Steven Spielberg y en parte por una mayor preocupación ecológica. Así surgieron títulos como Grizzly (William Girdler, 1976), Profecía maldita (Prophecy, John Frankenheimer, 1979) y Ranas (Frogs, George McCowan, 1972), por mencionar solo unos pocos.
Estas dos tendencias del pasado cristalizan en el reciente estreno de Oso vicioso, con su argumento de pura serie B (por mucho que se inspire en una historia real) pero ofrecido por un estudio de prestigio como es Universal. La diferencia entre esta película y sus antecedentes (sin tener en cuenta efectos especiales), es que si esta película se hubiera rodado en el mismo momento en que se sitúa la acción, 1985, el tono habría sido completamente distinto. Se habría utilizado un tono mucho más serio para describir la acción, en un intento de impactar al espectador. La directora Elizabeth Banks opta por un tono mucho más cómico, una equilibrada mezcla de comedia y terror que hace más justicia a la realidad de la situación, trágica y graciosa a la vez: un oso que toma cocaína de forma accidental, perdida por unos narcotraficantes, enloquece y se dedica matar a todo el que se le cruza por delante. Entre las víctimas encontramos a Keri Russell, una madre que busca a su hija perdida en el bosque, y Ray Liotta, como el narcotraficante que busca la cocaína perdida, en el que fue uno de sus últimos trabajos.
Como es habitual en las películas de eco-terror, el oso es presentado como una víctima que reacciona a la acción del hombre. No es más que un inocente animal enloquecido artificialmente, los auténticos villanos son los humanos. Si bien este es el tema de fondo, eso no impide que Banks cree una entretenida historia con grandes dosis de sangrienta acción osezna. A la efectividad de la película ayuda que dura unos compactos 95 minutos, en los que no se desperdicia un momento. Se introducen los personajes, por qué están en el bosque y arranca la diversión. Es algo que tiene en común con la reciente M3GAN (Gerard Johnstone, 2022), ambas explotan estructuras clásicas del cine de serie B de los 80 trasladándolas de forma efectiva al siglo XXI.
La película de Elizabeth Banks es tremendamente efectiva. Nos cuenta una historia que, en el fondo, no es muy original, pero lo hace de forma atractiva. Es todo un placer dejarse atrapar por este oso cocainómano.
Oso vicioso
Inspirada en la historia real del accidente de avión que en 1985 hizo que un traficante de drogas perdiese la cocaína que transportaba y que acabaría siendo ingerida por un oso negro. Esta salvaje comedia reúne en un bosque de Georgia a un curioso grupo de policías, delincuentes, turistas y adolescentes que se encontrarán con un super depredador de 230 kilos que ha tragado una enorme cantidad de cocaína y que se haya en un frenesí destructivo en busca de más polvo… y mucha sangre.
Guion: Jimmy Warden
Reparto principal: Keri Russell, O’Shea Jackson Jr., Christian Convery, Alden Ehrenreich, Jesse Tyler Ferguson, Ray Liotta
