Tras el éxito de las aventuras de Harry Potter, Hollywood no tardó en buscar una respuesta americana para aprovechar el tirón. La gran mayoría de estas propuestas cayeron en el olvido, pero Percy Jackson y el ladrón del rayo (Percy Jackson & the Olympians: Te Lightning Thief, Chris Columbus, 2010), basada en su correspondiente saga literaria juvenil, tuvo suficiente éxito como para generar una nueva adaptación de una de las novelas de Rick R, la cual llega ahora a nuestras pantallas: Percy Jackson y el mar de los monstruos (Percy Jackson and the Sea of Monsters, Thor Freudenthal, 2013).
Esta vez, Percy Jackson (Logan Lerman) y sus amigos deberán ir en busca del vellocino de oro para curar el árbol que mantiene la barrera que protege el campamento en el que viven los mestizos, hijos de dioses y humanos, y que impide que sean pasto de las criaturas que desean devorarlos.
El atractivo de las aventuras de Percy radica en situar la mitología griega (y demás) en entornos modernos, es su toque personal porque el resto sigue el esquema de las aventuras de Harry Potter. Seamos justos, ni las películas ni las novelas protagonizadas por Harry Potter inventaron nada nuevo, pero lo que hacían, lo hacían de modo excelente. Percy Jackson surge como imitación pero tiene la suficiente personalidad como para resultar entretenida y satisfacer a su público juvenil e infantil.
Obviamente, se le resta sexo y violencia a los mitos griegos para hacerlos más aptos al público infantil, así como los “deforma” para que encajen en un entorno moderno. Y aquí radica la personalidad del film, en “modernizar” la mitología: ahora, Annabeth (Alexandra Daddario), la Hermione de Percy Jackson, no busca información en antiguos libros, tiene una pda donde encontrar la pieza necesaria para embarcar a los protagonistas en una aventura. Tampoco es muy diferente a lo que hizo Ray Harryhausen en los 60 en sus películas mitológicas.
En definitiva, Percy Jackson y el mar de los monstruos no es el film más original de aventuras juveniles que uno se puede encontrar, pero tampoco pretende serlo. Proporciona suficiente entretenimiento y diversión como para suplir sus carencias narrativas, de modo que su público objetivo pase un buen rato con esta nueva entrega de las aventuras del hijo de Poseidón.
Estreno en las salas españolas el 13 de septiembre.