Prisioneros (Prisoners, Denis Villeneuve, 2013) se estrena este 11 de octubre de 2013, pero igualmente se podría haber estrenado el 11 de octubre de 1973, ya que el director nos cuenta esta historia de personas en una situación límite con el estilo sobrio, crudo y directo habitual en la década dorada del cine americano.
Las vidas de los Dover y los Birch quedan destrozadas cuando las hijas pequeñas de ambas familias desaparecen. Se le encarga el caso al detective Loki (Jake Gyllenhaal), el cual hasta ese momento ha resuelto todos los casos que le han asignado. Sin embargo, Keller Dover (Hugh Jackman) no está satisfecho con la investigación y, desesperado por encontrar a su hija, iniciará su propia investigación. Una investigación que, como le sucedía a George C. Scott en Hardcore: Un mundo oculto (Hardcore, Paul Schrader, 1979), lo llevará hasta las puertas del infierno.
Este argumento podría servir de base para una buena película de intriga, al estilo de la estupenda Adiós pequeña, adiós (Gone Baby Gone, Ben Affleck, 2007), pero Villeneuve va un paso más allá y convierte este drama criminal en una intensa reflexión sobre los límites de la maldad en el ser humano y de si, como si de un comentario sobre la política exterior americana se tratase, el fin justifica los medios. De este modo, el espectador se encuentra en la incómoda situación de entender por qué el personaje de Jackman hace lo que hace, pero al mismo tiempo se horroriza por cómo lo hace. Como contraste, el personaje de Gyllenhaal, al principio confiado y seguro, poco a poco va perdiendo esa confianza y seguridad cuando vea que lo que le ha funcionado hasta ahora no le sirve para encontrar a las pequeñas Anna y Joy.
El film también explora las consecuencias de mal, mostrándonos distintos niveles de “prisioneros” a través de la complicada trama de suspense. Sin embargo, nunca se pierde el tono realista, en contraste a lo extremado de la situación que atraviesan los distintos personajes, la dirección de Villeneuve se muestra siempre contenida y muy efectiva (que no efectista).
Prisioneros es un film cargado de tensión, tanto emocional como la derivada por su trama de intriga, que nos muestra lo que puede dar de sí el género criminal puesto en buenas manos.
Estreno en las salas españolas el 11 de octubre.