Adaptación del cómic creado por Peter M. Lenkov, R.I.P.D. llega a nuestras pantallas con la esperanza de recuperarse del sonoro fracaso que resultó ser en las pantallas americanas. Y no lo tiene fácil para hacerlo.
Ryan Reynolds es un policía que muere traicionado por su compañero Kevin Bacon. Entonces, descubre la existencia de R.I.P.D., una fuerza policial que se ocupa de arrestar a los difuntos que se han quedado ocultos en la tierra de los vivos. Se le asignará como compañero a Jeff Bridges, el cual será su guía en este extraño mundo oculto. Mientras hacen un trabajo rutinario descubren una trama relacionada con una antigua máquina que podría destruir el mundo.
Es inevitable, viendo esta película, sentir una poderosa sensación de déjà vu. En el fondo, no es más que otra buddy movie como las que se hicieron populares en los 80, donde nos encontramos con dos policías de caracteres opuestos que al principio no se llevan bien pero para cuando lleguen los títulos de crédito serán los mejores amigos. De hecho, la trama de este cruce entre Tango y Cash y Los cazafantasmas es exactamente igual a la de cualquier otra buddy movie que podáis recordar. Al igual que en esas películas, la efectividad de la película no depende tanto de la “originalidad” del guion como de las escenas de acción y el carisma de sus protagonistas.
En otras palabras, la buddy movie que funciona es aquella que nos divierte lo suficiente para hacernos olvidar que estamos viendo lo mismo de siempre. Algo que por desgracia, este film no consigue, por muy buena que sea la interpretación de Jeff Bridges. El único deje de originalidad, el toque sobrenatural, tampoco es muy original y ya se había empleado en películas como Denzel Washington/Bob Hoskins y Estamos muertos… ¿o qué? (Dead Heat).
Antes de mandarme al pase de prensa de esta película, el director de Underbrain Mgz, Bouman, que vive conectado cual personaje cyberpunk a diversos ordenadores y dirige Underbrain desde una torre automatizada aislado de la sociedad, me dijo con su voz computerizada: “parece que es como Men in black pero con muertos” (luego levantó uno de sus brazos mecánicos para indicar que era hora de irse). La comparación es bastante acertada: Men in Black conseguía, con su ingenio, divertirnos de manera que logra el objetivo mencionado en el párrafo anterior. R.I.P.D. tiene la misma estructura e intenta explotar el mismo tipo de comedia que Men in Black, pero fracasa en su cometido de divertirnos. Y como no nos divierte, los tópicos y clichés que explota se hacen evidentes y predecibles.
Estreno en las salas españolas el 20 de septiembre.
