Me siento en la butaca nervioso por la excitación de acudir al cine, miro a la izquierda y una pelirroja me sonríe cómplice. Le devuelvo la sonrisa mientras se oscurece la sala y suena la música; Hemos sido invitados al preestreno de Robin Hood.
A priori es una película que levanta mucha expectación, prácticamente el mismo equipo técnico de la galardonada Gladiator: director, fotografía, diseño, vestuario, música, etc.… por no hablar del tándem Ridley Scott y Russell Crowe.
Cuando acaba la sesión vuelven las luces, la pelirroja de al lado ha desaparecido. Salgo del cine confuso, ¿Realmente me ha gustado a película?, ¡Sí! me ha gustado, son dos horas y veinte minutos de aventuras, no tiene altibajos y por lo tanto no es nada pesada. Lo que ocurre es que hay cosas en la historia que te descolocan y mucho a lo largo de la peli. Por ejemplo que hacen unos niños disfrazado de Halloween en el bosque, porque la flota francesa parece la del desembarco en Normandía, porque nadie se cuestiona el tener que luchar, porque Robin Hood de pequeño es rubio, y de adulto parece Conan y así muchas más cosas.
Ya se que las comparaciones son odiosas pero Robin Hood es un clásico del folclore y todos tenemos presente alguna que otra versión en la cabeza, ya sea literaria, obra de teatro, película o serie.
Por lo tanto hay ya una bases establecidas por lo popular de la historia igual que todos sabemos que al final el Titanic se hunde, también todos sabemos que Robin es un gran arquero, el rey Ricardo se encuentra en las cruzadas, Robin gana al Sheriff en un concurso de puntería, Little John es un forajido que vive en el bosque y contra quien combate en una pelea con palos, el hermano del rey atosiga al pueblo con sus impuestos, hay batallas en el bosque contra los hombres del Sheriff y finalmente regresa el Rey Ricardo Corazón de León de las cruzadas terminado la historia con el matrimonio de Robin y Marian.
Bien, sin querer estropear la película a nadie diré: que Robin no demuestra tener mayor habilidad con el arco que sus compañeros y apenas dispara un par de flechas, lucha mas con su espada y su martillo. Little John no es un forajido si no un soldado de la cruzadas, no hay pelea con palos, y tan solo un par de conflictos en el bosque, y una serie de cosas que no casan con la popular historia de Robin Hood pero que no voy a desvelar para quien quiera disfrutarla.
En general es una muy buena película con grandes paisajes naturales, excelentes interpretaciones (Lo mejor sin duda, unos actores geniales), y bien rodada. Eso si, para disfrutarla al 100% tenemos que olvidar todo lo que sabemos sobre Robin Hood y estar dispuestos a ver una versión totalmente distinta. No mejor si no distinta.
Por cierto los créditos finales son una pequeña obra de arte, (parte de la fotografía del largometraje con una imitación de la pintura al óleo) os recomiendo que os queréis hasta el final pues son cortos y realmente valen la pena.
P.D.: Creo que estoy enamorado de Cate Blanchett – Lady Marion
