Toxie es a Troma, lo que Godzilla a Toho o Mickey Mouse a Disney, pero el monstruo deforme de color verde y fuerza sobrehumana que todos conocemos no siempre fue la imagen de Troma Entertainment. Empresa fundada en 1974 por Lloyd Kaufman y Michael Herz, comenzaron haciendo trabajos de producción y localización para películas como Rocky (John G. Avildsen, 1976) o Fiebre del sábado noche (Saturday Night Fever, John Badham 1977), después intentaron producir películas dentro de las normas establecidas pero terminaron por hacer bandazo a producciones más independientes y de baja estofa, el inesperado éxito de Squeeze Play! (Lloyd Kaufman, 1979), una comedia deportiva y erótica que asentaría las bases de una formula que utilizaría la exitosa Porky’s (Bob Clark, 1981), les abriría un nuevo mundo por delante con películas de similares características. No sería hasta 1984 cuando llegaría la producción de la película Health Club Horror, la que finalmente llevaría el título El vengador tóxico, la que daría a conocer Troma en todo el mundo.
Podríamos decir que desde entonces todo fue coser y cantar con las innumerables secuelas, serie de animación infantil, cómics, juguetes, videojuegos y merchandising a doquier pero lo cierto es que no todo ha sido un camino de rosas.
El vengador tóxico
(The Toxic Avenger, Lloyd Kaufman y Michael Herz, 1984)
Con un plano del skyline de Nueva York donde predomina las torres gemelas, una voz en off nos explica que por cada ciudad así hay que pagar un precio y, en este caso, cada año millones de residuos venenosos y sustancias químicas radioactivas acaban en Tromaville, una pequeña localidad de New Jersey. Melvin Fyrd es lo que conoceríamos como un pardillo, un enclenque que trabaja de limpiador en el gimnasio Tromaville Health Club. Tras un accidentado tropiezo que enfada a un grupo de matones y chicas guapas, estos deciden devolvérsela. Julie engatusa a Melvin para que vista un tutú rosa y encontrarse a oscuras en la piscina, tras ser el hazmerreír de todos Melvin huye avergonzado hasta acabar saltando por la ventana con tan mala suerte de aterrizar sobre unos barriles de humeantes residuos tóxicos sin tapa. Las radiaciones le convertirán en un monstruoso mutante que fregona en mano limpiará Tromaville de delincuentes, matones y más.
La trama encierra más detalles como su relación amorosa con Sara, una chica ciega, que el héroe monstruoso, como es referido a lo largo de la película, actúa contra el mal porque un instinto básico a causa de los residuos tóxicos que le han convertido le obliga a destruir la maldad, que el alcalde de Tromaville tiene una red de corrupción y extorsión, además de querer destruir la reserva nacional para la fauna con el fin de convertirlo en un nuevo depósito de residuos…
No podemos hablar de El vengador tóxico como una película cualquiera, Kaufman y Herz aplicarían aquí el mismo descaro que en sus anteriores producciones, chicas ligeras de ropa, pero entraría en juego las escenas de acción, terror y mutilaciones con sus litros de sangre. Sin olvidar que siempre hay una crítica detrás, aquí el culto al cuerpo es sin duda una de ellas, además de la contaminación de las grandes ciudades, la corrupción política y más.
Con guion de Lloyd Kaufman, Joe Ritter, Gay Terry y Stuart Strutin, El vengador tóxico sufriría la censura de los teatros y cadenas de televisión de todo el mundo, así podía verse decenas de cortes de una película que pasó sin pena ni gloria en su estreno pero que después de una larga temporada proyectada a medianoche en el Bleecker Street Theatre de Nueva York durante el año siguiente comenzó a ganar popularidad. Se dice que no sería hasta mediados del 2000 con el lanzamiento del DVD (el primero de Troma) que tendríamos la posibilidad de ver una versión sin cortes y restaurada de la película realizada por el propio Kaufman. En cualquier caso, su llegada al vídeo doméstico haría que aterrizase en los videoclubs de todo el mundo.
El vengador tóxico es importante porque terminaría siendo todo lo que Troma representa y por la que se le reconocería en todo el mundo, producciones cinematográficas baratas de terror sangrientas, divertidas, eróticas y cutres (y a mucha honra).
Gracias a la sobreproducción de películas, Troma sería también el lugar en que muchos de los actores y actrices que hoy protagonizan películas de Hollywood debutarían, es el ejemplo de Marisa Tomei que aquí realiza una pequeña aparición como una de las chicas en el vestuario ataviadas con una toalla que se asustan al ver a nuestro héroe monstruoso.
Al cabo de años de promoción y proyección, el éxito cosechado alrededor del mundo crearía el interés de inversores extranjeros por participar en una segunda película que ni siquiera estaba prevista.
El vengador tóxico II
(The Toxic Avenger Part II, Lloyd Kaufman y Michael Herz, 1989)
La voz de nuestro protagonista nos pone en situación, a la sombra de Nueva York nos encontramos Tromaville, hogar de Melvin Junko (sí, el apellido de nuestro protagonista ha cambiado) al que todos llaman Vengador Tóxico. Tromaville es ahora un lugar en el que ser feliz y bailar en la calle, todo gracias a que en la primera película se libró de los criminales. Toxie (sí, el apodo con el que se le conocerá cariñosamente) y su novia ciega trabajan en un centro para ciegos cuando reciben un paquete que hará estallar todo por los aires. Toxie sobrevive y lucha contra quienes quieren ocupar el terreno para almacenar químicos. Sí, una nueva amenaza llega a Tromaville, Apocalypse Inc, una multinacional que quiere acabar con Toxie y dominar el lugar para así controlar Nueva York. La empresa descubre viendo el rollo dos de la primera película que Melvin obtiene su fuerza sobrehumana a partir de una broma inofensiva y sus científicos han dado con la razón de porqué lucha contra el mal, se trata de unas extrañas partículas llamadas tromatons. Toxie está depresivo, no tiene malos a los que combatir así que acude a una psicóloga para recuperarse, la cual está sobornada por Apocalypse Inc y esta le manipula para que busque a su padre que está en Japón, justo donde existe la tecnología necesaria para eliminar los tromatrons de su cuerpo. Montado en su tabla de windsurf, el vengador tóxico viaja a Japón dejando Tromaville desprotegida ante la multinacional.
Tras la esplendida primera película, llena de intenciones, crítica y diversión, en esta segunda entrega ya se tuercen algunas de las cosas aunque todo tiene una razón de ser. Lo que iba a ser la continuación de El vengador tóxico terminó convirtiéndose en dos películas (esta y la siguiente) debido al exceso metraje rodado (ambas suman casi cuatro horas en su corte final) y los directores, ni cortos ni perezosos, decidieron tirar millas en la sala de montaje construyendo dos tramas.
Esta segunda parte es prácticamente una aventura ambientada en Japón, que visto hoy en día es genuino contemplar el país nipón a finales de los 80, en el que no falta la genialidad Troma a la hora de mostrar tetas, crear enemigos cutres y fantasiosos, así como métodos sangrientos de acabar con ellos. Si en Karate Kid, el momento de la verdad (The Karate Kid, John G. Avildsen, 1984) es el Karate la vía de educación espiritual del joven LaRusso, aquí, en un momento dado, es otra arte marcial el que ayuda a Toxie a recuperarse, el Sumo, aprendiendo una nueva filosofía que lo acompañará en esta y venideras entregas.
Pero no hay que asustarse, El vengador tóxico II es más gore que su predecesora, contiene escenas más largas (lo que supone muchos más muertos), de hecho, mientras en la primera, la necesidad de Toxie por combatir el mal era algo más sutil anexado a su transformación, aquí comienza a ser un problema tal cuál Spider-man con su sentido arácnido, Toxie siente y se guía por estas alertas a su alrededor.
La aparición de Apocalypse Inc, esta gran empresa maligna que quiere contaminar Tromaville, es un gran paso en la mitología de El vengador tóxico, pasa el problema de la corrupción local (recordemos que el alcalde de Tromaville acabó con las tripas fuera en la primera entrega) para pasar a ser algo más institucional con la industrialización y contaminación del medio ambiente de las grandes empresas.
Sin embargo, tanto el casting como los personajes sufrieron cambios y, a veces, muy absurdos. Ahora es Ron Fazio y John Altamura los que se enfundan los harapos de Toxie, sustituyendo a Mitch Cohen de la película original, y como ya he comentado, pasa de llamarse Melvin Fyrd a Melvin Junko. Su amor Sara, la chica ciega, ahora se llama Claire y la interpreta Phoebe Legere en vez de Andree Maranda, pero lo más grave es su cambio de actitud, pasa de ser una chica patosa a ser directamente una chica tonta del bote, sigue siendo rubia y mientras Sara era eróticamente accidental (aunque sepamos que no era así) Claire es extremadamente exhibicionista sin serlo, que no sé que es peor. También hay un cambio de actitud y actriz en la madre de Toxie. El creador de Mazinger-z, Go Nagai participa en esta entrega realizando una breve aparición con diálogo dentro de un sketch.
El presupuesto para esta película se cuadriplicó respecto a la anterior así que cabe destacar que El vengador tóxico II mejoró aspectos como el maquillaje del monstruo sin variar mucho sobre el original, ahora su ojo a la virulé tenía vida propia, además de sufrir otras trastadas, echar humo por las orejas, ser sumergido bajo agua… También hay heridas y muertes más creativas pero para el resto es difícil ver donde se fue el dinero, más allá de trasladar la producción a Japón.
Es cierto que nos encontramos una aventura que tiene cosillas muy interesantes pero también muy desastrosas, ese inicio y final de película estropea cualquier cosa pero todavía estaba por ver la continuación.
El Vengador Tóxico 3: La última tentación de Toxie
(The Toxic Avenger Part III: The Last Temptation of Toxie, Lloyd Kaufman y Michael Herz, 1989)
Tras un resumen de las dos películas anteriores, un videoclub de Tromaville regentado por unos judíos estereotipados y en el que unas chicas alegres en bikini miran cajas de VHS es atacado por varios tipos armados con metralletas. Se hacen llamar los Warner Bros (cuyos integrantes se llaman MGM, Columbia y Paramount) y quieren acabar con las películas de Troma. La llegada del vengador tóxico parará los pies de estos indeseables y alegrará a quienes salgan vivos por el regreso de la criatura deformada con tamaño y fuerza sobre humana a la que llaman héroe.
Como ya sucediera en la anterior entrega, la voz de nuestro protagonista nos pondrá en situación a lo largo de la película. Volviendo unos meses atrás a estos acontecimientos, Tromaville se encuentra de nuevo libre de crimen por lo que Toxie y Claire viven apaciblemente cuando reciben la noticia de que existe la posibilidad de curar la ceguera de Claire pero se lamentan porque no tienen dinero ya que ambos viven de la pensión de ella. Toxie comienza a sentirse frustrado, el reflejo de su yo humano humillándolo no ayuda, así que decide buscar trabajo sin mucha suerte. De pronto Apocalypse Inc le ofrece un trabajo como imagen de su empresa que cubriría con todos los gastos de la operación de Claire, aquí Toxie no parece saber quienes son a pesar del enfrentamiento de la anterior entrega. Tromaville es sometida a explotación por la multinacional mientras Toxie se convierte en un completo yuppie (un gilipollas) sin darse cuenta de nada. En un giro de los acontecimientos, el vengador tóxico se enfrentará al diablo.
Con ese título queriendo hacer acopio de la película protagonizada por Willem Dafoe y dirigida por Martin Scorsese, Kaufman y Herz daban rienda suelta a los efectos más cutres de toda la saga, y recursos de edición sobreexplotados (¿qué hay de mostrar planos rebobinados una y otra vez?). Para el que esto escribe, la peor entrega, sin duda.
De nuevo el descaro Troma hace acto de presencia, de nuevo el resumen de dónde viene el vengador tóxico utilizando imágenes de las películas anteriores, también la reutilización de planos de la segunda entrega metidos con calzador y, de nuevo, un cambio en el casting, la aparición de Melvin Junko como humano es interpretado por otro actor, Michael J. Kaplan, con otra actitud a la conocida y un maquillaje horrendo.
Pero la Toxiemanía solo había hecho más que empezar, es tras esta película que vendría la serie de animación unos años después, así como cómics publicados por Marvel, contratos de adaptación a película, muñecos, juegos de mesa,… Troma quería entrar en la industria del entretenimiento comercial apto para todo tipo de públicos pero la cosa se torcería como veremos más adelante así que, unos once años después, tendríamos un nueva entrega del vengador tóxico.
El Vengador Tóxico 4
(Citizen Toxie: The Toxic Avenger IV, Lloyd Kaufman, 2000)
Tras un resumen de como Melvin Fyrd se convirtió en el vengador tóxico utilizando imágenes de la primera película, se disculpan por las dos entregas que existen y afirman que This is the Real Sequel (Esta es la secuela real).
Estamos en Tromaville, en una escuela para gente muy especial (discapacitados) que son inmediatamente invadidos por la mafia del pañal, adultos vestidos como bebés y disparando a todas partes. Fuera se encuentran la policía, periodistas, ciudadanos y el alcalde de Tromaville que pide a todos rezar para solucionar el problema. Entre ellos está el sargento Kazinski que está controlando a la mafia del pañal para que maten a más alumnos. Dentro, los secuestradores exigen la presencia de Samantha Chambers, una presentadora que va en bikini del programa más exitoso de la televisión americana. Cuando acude, va con un cámara, y ya dentro de la clase se descubre que es Toxie disfrazado y el cámara es su compañero Lardass. El cabecilla de la mafia del pañal acciona una bomba que explotará en cinco segundos, segundos suficientes para que Toxie se ausente para procrear con Sarah, su novia ciega, recriminar a Tito, un joven chico especial que se está pinchando drogas escondido en un armario de la escuela y regresar a la clase para acabar con todos los de la mafia del pañal. Fuera hace acto de presencia el sargento Kabukiman NYPD pero no está por la labor de ayudar. De mientras Lardass está untando la bomba en mantequilla de cacahuete con la intención de tragársela, finalmente explota aunque Toxie logra salir de la escuela con vida y salvar a Tito y Sweetie Honey. Sin embargo la policía le dispara y el pueblo le grita así que huye hasta que es recogido en coche por el sargento Kabukiman NYPD al que no conoce. Vemos de nuevo a Toxie saliendo de la escuela, tiene pelo y va con un tutú negro, le reciben entre aplausos y vítores pero este comienza a arrancarle los brazos a los policías, pegar a la gente y crear un baño de sangre entre risas. ¡Este no es Toxie, es un alter ego maligno! Entonces el profesor Flem Hocking nos descubre que ha habido un cruce de dimensiones entre Tromaville y Amortville.
No querría extenderme mucho más pero mientras la versión mala de Toxie, Noxie, se alía con el sargento corrupto Kazinski e inician una ola de terror en Tromaville y se enfrentan al equipo de super humanos (The Vibrator, Dolphin-Man, Mad Cowboy y Masturbator) que el alcalde ha reunido y va a ser capitaneados por el borracho del sargento Kabukiman NYPD. Al otro lado, Toxie descubre que algo raro pasa y que viejos conocidos no son los mismos en esta nueva dimensión como Sarah (ahora Claire, que no es ciega sino sorda) o Lardass (ahora Chester) que sigue vivo y es la pareja de Claire.
Tras este borrón y cuenta nueva con el que arranca El Vengador Tóxico 4, nos encontramos el guion más complejo de los vistos hasta ahora, también el más ofensivo (para los susceptibles), el más sangriento y el que mejor lleva el ritmo de acción de todas las secuelas aunque no se salva de algún pero. De nuevo hay cambios en el maquillaje de Toxie, ahora más oscuro e incluso caricaturesco, en el casting la más notable es el reemplazo de Sara, ahora interpretado por Heidi Sjursen. También es la entrega con más autoreferencias de lo que hablaremos más adelante, y cameos donde podemos ver a Ron Jeremy como el alcalde de Tromaville, también está Eli Roth o Lemmy Kilmister de Motörhead entre la muchedumbre del pueblo, James Gunn haciendo del profesor Flem Hocking o al mismísimo Stan Lee como el narrador de la película.
Para ponernos en situación antes de algunas de las autoreferencias más evidentes, comentar que Troma además del vengador tóxico ha creado otras sagas de éxito como Mutantes en la universidad (con tres partes y un remake con su propia secuela) u otros personajes icónicos pero es en el periodo entre esta y la anterior entrega del vengador tóxico que también crearía otro de los personajes clave de Troma, con sus respectivos dolores de cabeza. Se trata de Sgt. Kabukiman NYPD (Michael Herz, Lloyd Kaufman, 1990), una producción que realizaron con capital de la japonesa NAMCO. La que debía ser una película para toda la familia y que contaría con su propia serie animada, juguetes y más terminó en nada ya que fue una disputa entre ambos tirando en sentidos contrarios por lo que el resultado es una película en tierra de nadie, poco (muy poco) familiar y poco Troma. La historia va de un sargento de Nueva York que recibe los poderes de Kabuki y se transforma en él de forma descontrolada mientras combate la violencia y la corrupción de las calles de su ciudad, lo que resulta siendo una parodia más de superhéroes pero con unos efectos cutrísimos incluso para la época. Desde entonces se ha pedido siempre una continuación pero Kaufman ha ido descartando la idea, por lo tanto sus apariciones han sido anecdóticas hasta que llegó El Vengador Tóxico 4 donde se muestra un Sgt. Kabukiman NYPD muy diferente al que vimos apareciendo como un personaje ruin, borracho y abusador. Posiblemente el personaje que en Troma quisieron desde un principio.
Otras autoreferencias es la aparición del pene monstruoso que pudimos ver en Tromeo and Juliet ( Lloyd Kaufman, 1997), siendo la primera vez que le vemos el miembro al héroe monstruoso tras verle siempre practicar sexo con las mallas puestas. También regresa Mark Torgl, el actor original que dio vida a Melvin en la primera película, haciendo una sorprendente y terrorífica aparición. Por último, otro juego de palabras en el título, esta vez en honor a Ciudadano Kane (Citizen Kane, Orson Welles, 1941).
Una década después, con una producción más acorde a los tiempos modernos. El Vengador Tóxico 4 trata de enmendar lo innecesario, cierto es que con el juego de ambas realidades subsanan el tema de los nombres (Melvin Fird/Melvin Junko o Sara/Sarah/Claire), también nos da a Noxious Offender, un villano a la altura de Toxie.
Una década después (2013) estuvo sobre la mesa el remake/reboot de El vengador tóxico por parte de otras productoras haciendo una versión apta para el público adolescente, se llegó a anunciar incluso negociaciones con Arnold Schwarzenegger como Toxie. Ahora, casi dos décadas después de la última entrega (2019) se supo la noticia de que Macon Blair escribiría y dirigiría el reboot de la mano de Legendary como productores. Desde entonces Kaufman ha bendecido el guion diciendo que es el mejor que se ha escrito jamás del vengador tóxico, y se ha anunciado que el actor Peter Dinklage protagonizará la misma. La producción está por comenzar todavía pero apunta maneras y puede que llegue a buen puerto, el tiempo lo dirá. Ahora repasemos el amplio mundo que El vengador tóxico nos ha dejado.
The Toxic Avenger: The Musical
(Nick Morris, 2018)
Aunque se tiene constancia que hubo hasta un par de adaptaciones teatrales y musicales de El vengador tóxico previas a la oficial, la producida por Kaufman y Troma fue todo un éxito llegando a estar de gira por los Estados Unidos y se representó en Australia, Londres, Toronto, Japón… En 2018 Broadwayhd realizó una filmación para ofrecer en su plataforma. Viendo por YouTube otras versiones, sin duda es la mejor que podrían haber registrado.
El libreto de Joe Dipietro con música y letra de David Bryan está conformado para ser interpretado por tan solo cinco actores y, para el que esto escribe, la mejor versión del vengador tóxico tras la primera película que dio origen al personaje.
En esta ocasión nos encontramos con una alcaldesa con ínfulas de ser gobernadora por lo que está vendiendo Tromaville como la ciudad de los residuos tóxicos químicos de Estados Unidos. Melvin Ferd Tercero se entera y decide enfrentarse a ella, así que busca documentos que puedan incriminarla. Gracias a Sarah, una joven ciega que le gusta y trabaja en la biblioteca encuentra los documentos que demuestra lo que está sucediendo. Al contárselo a la alcadesa, esta le pide a su sobrino que acabe con él. En el enfrentamiento Melvin acaba en residuos tóxicos y se transforma en el horrible hombre de fuerza sobrehumana. Aquí nos encontramos con un papel más activo de Sarah, que sueña con ser escritora de éxito y se enamora de Toxie, así el romance entre ambos se desarrolla más pausado que de costumbre (y más divertido).
No faltan las situaciones eróticas, las canciones pegadizas y una escenografía que siendo “simple” se transforma las veces que sean necesarias en la mente del espectador en una biblioteca, la casa de Sarah, un callejón, una peluquería, un laboratorio… El cambio de actitud de ambos protagonistas y la amenaza sobre Tromaville difieren sobre los vistos hasta ahora pero no la traicionan en ningún momento y el trabajo de todos los actores es loable interpretando en su mayoría varios personajes.
Imagen de la representación en Japón
El musical continuó el legado de Troma y llevó a un público nuevo las aventuras de Toxie. Ahora retrocederemos un poco en el tiempo para volver a comienzos de los años 90, justo después de cuando se estrenaron las partes 2 y 3, ya que por entonces aparecía esta versión del vengador tóxico para todos los públicos.
Toxic Crusaders: The Movie
(Bill Hutton y Tony Love, 1997)
La serie que llegó a emitirse en España bajo el título Los vengadores tóxicos se estrenó en 1991 y consta de 13 episodios de unos 24 minutos cada uno. Más tarde, en 1997, los primeros tres episodios acabó remontada en una película de 76 minutos bastante decente.
Hablando de la misma, nos encontramos al arrancar la película uno muy similar a la original, aquí Melvin sueña con tener novia, trabaja de limpiador en un gimnasio cuando le gastan una broma y acaba sumergido en un tonel de residuos tóxicos. Adquiere la forma de monstruo al instante y su “sentido arácnido” contra el mal se refleja de forma visual con un resplandor que brilla alrededor de todo su cuerpo. También descubrimos que la mopa tiene vida propia, tal cual la alfombra de Aladdin. En Toxic Crusaders Tromaville sufre la ira de Dr. Killemoff, un ser extraterrestre proveniente del planeta Smogula que desea condicionar la tierra para la próxima invasión de los suyos. Dr. Killemoff cuenta con la ayuda de Psycho, un rechoncho ser que acostumbra a suponer los hechos que desbaratarán los planes de su superior acertándolo siempre. Toxie no estará solo en la misión de mantener Tromaville limpia, después que salvar a unos niños de una muerta segura aparece en televisión y prensa lo que motiva la llegada de nuevos mutantes como No-Zone, un narizudo con una rueda como una de sus piernas capaz de provocar grandes vientos con un estornudo, Major Disaster, un militar capaz de controlar los árboles y las plantas, Headbanger, un tipo que comparte dos cuerpos, el de un Mad doctor y un surfista, y por último Junkyard, una especie de hombre-perro. Pero no son los únicos seres extraños, pues el Dr. Killemoff también tendrá sus propios aliados. A todo esto, Toxie conoce y se enamora de Yvonne, una chica un poco miope.
Teniendo en cuenta la concepción de esta película y el público al que estaba dirigido la producción, lo cierto es que Toxic Crusaders es una obra bastante competente, entretenida y divertida a la vez que mostraba buenos valores como el de la amistad, la educación o el cuidado del medio ambiente.
Este fue un paso inesperado de Troma por acariciar el olimpo, emulando a las populares Tortugas Ninja enseguida produjeron esta serie animada que contenía seres extraños y transportes imposibles con el único objetivo de producir mucho merchandising para los más pequeños. Y no tardaron, aparecieron colección de cromos y las tiendas se llenaron de muñecos, juegos de mesa, disfraces, videojuegos para Nintendo y Sega,… Por otro lado, también llegaron los cómics que comentaré más adelante ya que ahora queda un último y trágico tema a tratar de Toxic Crusaders.
La buena recepción de la serie animada propició que quisieran comprar los derechos para hacer una película como Las Tortugas Ninja habían hecho la suya. Tras recibir ofertas de Universal, Warner o Paramount, Kaufman y Hertz decidieron firmar por New Line Cinema ya que ellos habían realizado la de las tortugas. Lo que no sabían es que todo fue parte de una estrategia para presionar una tercera entrega de las tortugas y en cuanto lo consiguieron dejaron de lado la adaptación de Toxic Crusaders. Troma ya habían vendido licencias de la película y estas compañías comenzado a idear el merchandising, así que pronto le cayeron denuncias a Troma, y Troma reclamó una indemnización a New Line Cinema lo que acabó en los tribunales, celebrándose el juicio en 1996 donde no salieron bien parados y percibieron una cifra muy inferior a lo que les había costado la propia defensa. El padre de Kaufman, abogado de profesión, falleció durante este tiempo y se acusa a que este embrollo tuvo algo que ver.
Cómics: The Toxic Avenger, Toxic Crusaders y The New Adventures of The Toxic Avenger
(Marvel cómics, 1991-1992, Fester comics, 2001)
Con más de 100 licencias es difícil seguir el rastro de Toxie, incluso existen cuentos infantiles o novelizaciones sin embargo hay que hacer un alto cuando estamos hablando de cómics ya que El vengador tóxico y Toxic Crusaders contaría con su propia serie publicada en Marvel.
El primer número de The Toxic Avenger está fechado en abril de 1991 y contaba con una portada que tiene cierto aire al The Dark Knight Returns #2 de Frank Miller. No tendría dibujantes ni guionistas fijos pero se llegaron a publicar hasta once números, siendo el último publicado en febrero de 1992. El mismo año le siguió una serie propia de Toxic Crusaders publicado de marzo a diciembre con un total de ocho números, acabando así la aventura Marvel.
Una década después sería la editorial española Fester comix los que publicaron en 2001 varios cómics de la santa casa Troma, entre ellos está The New Adventures of The Toxic Avenger, lo que fue un one-shot sin final publicado primero en Estados Unidos por Troma, Fester comix cogió el guante y la continuaron rematando esta nueva aventura. Contarían con el arte del dibujante español Joaquín Ladrón, unas páginas más que dignas y que hubiesen merecido una mejor suerte pues no hubo más números.
Por último, en 2007 saldría The Toxic Avenger And Other Tromatic Tales (editado por Devil’s Due Publishing), un volumen único de historias cortas sobre muchas de las producciones de Troma, en las que podemos ver varias del vengador tóxico o toxic crusaders, la calidad de los artistas es muy irregular y se pueden ver estilos y calidades de todo tipo.
Todavía hay un par de puntos que querría comentar antes de dar por finalizado este repaso a la saga de El vengador tóxico.
Heart of fartness
(John P. Brennan y Lloyd Kaufman, 2017)
Seguramente no serán muchos quienes tengan en cuenta esta producción, también la podría haber comentado antes ya que… este primer cortometraje en realidad virtual de Troma es una continuación directa del cuarto largometraje. Estrenado en su canal de YouTube, Heart of fartness está protagonizado por un Toxie cuarentón que sufre una crisis a causa de haber perdido a sus retoños, aquí de unos 6-8 años de edad, ambos con caras iguales a Toxie y de diferentes sexos, niño y niña, rompiendo una vez más su propia continuidad (puesto que en El vengador tóxico 4 el segundo de los bebés tenía la cara de otro personaje y ambos eran chicos). Así que Toxie se echa a perder, gana peso y no logra satisfacer ni sexualmente a su mujer ciega en una grabación de porno casera para remontar el vuelo. En una discusión, ella le abandona y le recrimina que siempre le haya llamado Sarah o Claire cuando su nombre es Veronica. En ese momento Toxie emprende un viaje hasta Panamá para reencontrarse, experimentando con drogas y pedos de por medio. A su vuelta Tromaville está siendo sucumbida por Cabeza de cigarrillo, así que Toxie libera a los suyos y decide volver a ser el héroe de fuerza sobrehumana. Con una dieta rica en detergentes, líquidos fluor verdes brillantes y un poco de ejercicio Toxie recupera la forma en poco días, reconquista a Verónica y vuelve a tener dos retoños igual que al comienzo del cortometraje.
De Troma no hay que esperar nada bueno pero sinceramente aquí se superan para mal y la excusa de poder grabar en 360º queda relegada a unos pocos planos, mucha psicodelia y una historia que tiene su aquel pero que deja al personaje igual que antes, y su novia ciega con un nuevo nombre.
The Noxious Avenger
Teenage Mutant Ninja Turtles, temporada 3, episodio 15.
(Alan Wan, Ciro Nieli y Chad Van De Keere, 2015)
Se ve que que en 1991 se rumoreó un cruce de universos de Las Tortugas Ninja y Toxic Crusaders pero nunca se hizo realidad. En esta nueva versión de los quelonios bípedos sí hubo, en cierto sentido, ese cruce con la aparición de un nuevo personaje.
Mientras un basurero está recogiendo los contenedores de basura de unas de las calles de Nueva York, Bebop y Rocksteady están en ese edificio buscando el reactivo X cuando son atacados por las tortugas ninja. Finalmente el reactivo termina por los aires cayendo por la ventana hasta romperse encima de nuestro basurero y este aterrizando encima de las basuras tóxicas. Las tortugas vuelven a su guarida sin darse cuenta de lo que ha pasado. Sin embargo el mutágeno mezclado con las basuras hacen del basurero un monstruo horrible que atemoriza a la ciudad por su aspecto pero este es bueno y pronto salva a un chico de un robo por lo que es apodado por la prensa como Muckman, aunque él se denomina como un héroe monstruoso.
Simplemente un detalle más de como Toxie ha formado parte de la cultura pop, y eso que no me he parado a comentar detalles como que él ha sido también utilizado como imagen pública de movimientos ecologistas alrededor del mundo, por ejemplo.
Mientras esperamos que la nueva película de El vengador tóxico de Macon Blair con Peter Dinklage llegue a buen puerto, siempre nos quedará volver a disfrutar las muchas horas de diversión que Toxie ya nos ha dado. It’s Clean Up Time!
