Retorcidas trampas mortales, juegos mentales, muñecos inquietantes y litros de sangre, el universo de Saw vuelve a las pantallas con Spiral: Saw (Spiral: From the Book of Saw, Darren Lynn Bousman, 2021).
El argumento de esta nueva adición a la franquicia está protagonizado por el inspector Zeke Banks (Chris Rock), el cual inicia un viaje al infierno cuando un asesino en serie empieza a eliminar policías corruptos siguiendo los métodos de Jigsaw. A medida que sus compañeros van siendo eliminados, Banks deberá enfrentarse a sus demonios personales. Aunque el título en castellano puede llevar a engaño, esta no se trata de una secuela más de esta franquicia, para empezar Jigsaw no aparece más allá de ser nombrado como inspiración. Pero transcurre en el mismo universo, con una historia independiente de la que fue la trama principal de las anteriores entregas y tampoco añade un nuevo episodio a la historia de Jigsaw como hacía Saw VIII (Jigsaw, Michael Spierig, Peter Spierig, 2017).
Los fans de la saga Saw o aquellos que hayan leído el artículo que Underbrain dedicó a la saga habrán reconocido el nombre del director: Darren Lynn Bousman. Bousman fue el director de Saw II (2005), Saw III (2006) y Saw IV (2007). Los guionistas de Spiral son Josh Stolberg y Pete Goldfinger, los cuales también escribieron Saw VIII. También entre los productores encontramos a los responsables de anteriores entregas de la saga. En definitiva, tenemos a toda una colección de veteranos de la saga al frente de esta nueva entrega. Tal vez por eso todo resulta tan familiar.
El film se desarrolla siguiendo una estructura de thriller, en muchos momentos siendo más parecida a Seven (Se7en, David Fincher, 1995) que a una entrega de Saw. Los elementos de horror se introducen en las muertes con elaboradas trampas, estas últimas más en sintonía con las que aparecían en la primera entrega de la serie, más viscerales, no tan elaboradas y exageradas como las de las últimas entregas. Los personajes son clichés andantes, sacados de cualquier thriller policial estrenado los últimos 30 años, es evidente que los esfuerzos de los cineastas se invirtieron en crear trampas mortales que le hicieran encoger los dedos al espectador. Por suerte, este es el aspecto que salva la película, consiguiendo crear momentos de sádico horror que compensan lo tópico de la historia. Una historia muy previsible, no os costará nada adivinar la identidad del nuevo asesino.
Spiral es mejor que algunas secuelas de la franquicia, pero no resulta tan entretenida como Saw VIII. Tiene a su favor que crea una nueva historia, de modo que no hace falta haber visto ninguna de las anteriores, y proporciona momentos emocionantes, pero no aporta nada nuevo a la saga ni al género.