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Transformers: El despertar de las bestias

Los Autobots, liderados por Optimus Prime, regresan a la gran pantalla en Transformers: El despertar de las bestias (Transformers: Rise of the Beasts, Steven Caple Jr., 2023). Alejada de la pentalogía original de películas Transformers creada por Michael Bay, en esta entrega se presentan a los Maximals, lo que supone un nuevo punto de partida para explorar la franquicia del universo Hasbro.

Transformers: El despertar de las bestias

Unicron es un todopoderoso dios robot que se alimenta de planetas, devorando aquellos mundos que se encuentra a su paso. Los Maximals poseen una llave que puede hacer a su poseedor viajar a través del tiempo y el espacio. Cuando los Maximals ven su mundo amenazado por Unicron, deciden esconder la llave para que el malvado dios oscuro se quede confinado en su galaxia. ¿El lugar donde está escondida la llave? La Tierra, por supuesto, que ahora se enfrenta a una segura destrucción una vez los Terrorcons liderados por Scourge descubren que se encuentra allí. Solo los Autobots pueden impedir la destrucción de la Tierra con la ayuda de los humanos Noah (Anthony Ramos) y Elena (Dominique Fishback).

Fotograma de Cartel de Transformers: El despertar de las bestias

Transformers: El despertar de las bestias se ambienta en 1994, tras lo acontecido en Bumblebee (Travis Knight, 2018), cuando la existencia de los Transformers se supone que sigue siendo un secreto. Esto quiere decir que, por suerte, esta entrega está más cerca del estilo del film de Travis Knight que no de las entregas dirigidas por Michael Bay (que sigue en la franquicia como productor). El problema de las entregas dirigidas por Bay, que acabaron degenerando en puro ruido cinematográfico, era el intento del director por acomodar su propia sensibilidad, con sus fetiches y obsesiones y prejuicios, con el hecho de hacer una película basada en una popular línea de juguetes y, por tanto, cuyo público objetivo era joven e infantil.

Convertir Bumblebee en el modelo a seguir significa, más allá de su ambientación noventera, que su sencilla historia de buenos y malos está contada sin complicaciones, de forma clara y directa. Esto deja sitio a las escenas de acción y las peleas robóticas que son el centro de la película. Los personajes y sus arcos están bien definidos, dando soporte a un mensaje positivo sobre la solidaridad y trabajar en equipo (en las antípodas del individualismo y la toxicidad de Bay) para el joven público que acuda a verla. La claridad narrativa no solo se aplica al desarrollo argumental, también, por fortuna, a la acción, en la que se identifican claramente los participantes y la geografía en la que transcurre.

Fotograma 2 de Fotograma de Cartel de Transformers: El despertar de las bestias

Hasbro lleva un tiempo queriendo construir un universo con sus franquicias y propiedades, siguiendo el modelo Marvel. Esta entrega es el primer paso en esa dirección, aunque es una película algo mediocre. Ni su historia ni su desarrollo resultan particularmente sorprendentes ni novedosos. Sí que ofrece suficiente acción para mantener entretenida a la chavalada que vaya a verla. El yo adulto encontró que todo resultaba demasiado familiar, pero el yo de 10 años posiblemente se lo hubiese pasado bien viendo a robots pelearse entre explosiones y hablar como salidos de una tragedia shakesperiana.

póster de Transformers: El despertar de las bestias

Transformers: El despertar de las bestias

Steven Caple Jr.

Retomando la acción y el espectáculo que han cautivado a los cinéfilos de todo el mundo, “Transformers: El despertar de las Bestias” llevará al público a una aventura alrededor del mundo de los 90 con los Autobots e introducirá una facción completamente nueva de Transformers -los Maximals- que se unirán a ellos como aliados en la actual batalla por la Tierra.


Guion: Joby Harold, Darnell Metayer, Erich Hoeber, Josh Peters y Jon Hoeber (basado en un argumento de Joby Harold y los personajes de Transformers® de Hasbro)

Reparto principal: Anthony Ramos, Dominique Fishback, Tobe Nwigwe, Peter Cullen, Ron Perlman