Selene (Kate Beckinsale) se ve, de nuevo, implicada en la eterna lucha entre licántropos y vampiros. La misma facción de vampiros que la condenó a muerte ahora le pide ayuda para entrenar a nuevos reclutas y, así, poder enfrentarse a un nuevo líder licántropo que amenaza con exterminar a todos los vampiros.
Si habéis leído el anterior párrafo sabiendo perfectamente a qué se refiere, Underworld: Guerras de sangre (Underworld: Blood Wars, Anna Foerster, 2016) es para vosotros. Quinta entrega de la serie que se inició con Underworld (Len Wiseman, 2003), no parece que la guerra entre licántropos y vampiros haya avanzado mucho desde entonces. He de admitir que la única entrega de la serie que había visto anteriormente fue la primera, y no me entusiasmó mucho. Por eso me ha sorprendido lo igual que este film se parece, estéticamente, a esa primera entrega. Como Underworld, tiene un look muy de los 90 post-Matrix, con todos los vampiros vistiendo de negro y llevando abrigos largos, menos los que viven en la nieve, que van todos de blanco con abrigos largos. Se ve que los vampiros no son de combinar colores.
Guerras de sangre se inicia con un resumen de lo sucedido en anteriores entregas y los personajes explican claramente cuáles son sus relaciones, así el espectador no se siente perdido y sigue con facilidad lo que sucede aunque no haya visto ninguna de las películas anteriores. Estas aclaraciones, junto a las escenas de acción y la corta duración del film dan como resultado que no haya mucha historia nueva en esta película (o al menos esa fue la impresión que tuve). Traiciones y algunas nuevas revelaciones hacen que el film se haga llevadero, mientras que las absurdas escenas de acción son bastante entretenidas.
Hay algo en Guerras de sangre que me recordó a la clásica serie V: los tejemanejes entre los villanos de la función resultan mucho más entretenidos e interesantes que las tramas de los protagonistas, en especial las acciones de la vampiresa Semira que interpreta Lara Pulver. Kate Beckinsale, por su parte, aterriza en un punto medio: no es una interpretación mala pero tampoco te quita el aliento.
Mentiría si dijera que la película me aburrió. Como ya he dicho, es bastante corta y tiene momentos absurdos divertidos. Pero tampoco me animó a ver otras entregas de la serie ni me entusiasmó particularmente, aunque imagino que los fans de la saga disfrutarán con Underworld: Guerras de sangre.
Estreno en las salas españolas el 13 de enero