El criminal Joe Coughlin (Ben Affleck) se une a la mafia buscando venganza y acaba en Florida, durante la era de la Prohibición, al frente de los negocios en la zona, eliminando a la competencia y enfrentándose al Ku Klux Klan.
Cuando el cine de gángsteres empezó a llenar las pantallas de criminales de largas metralletas y cortas vidas a final de los años 20 y primeros 30, lo hizo dentro de la más pura serie B. Eran títulos considerados de segunda categoría, aunque hoy sean clásicos. Gracias a Francis Ford Coppola, Brian De Palma y Martin Scorsese, el cine protagonizado por mafiosos pasó de la serie B a ser considerado uno de los grandes géneros clásicos, inspirando producciones de prestigio en los grandes estudios. Vivir de noche (Live by Night, Ben Affleck, 2016) es producto de esta evolución, una prestigiosa producción que reproduce los años treinta con gran meticulosidad, con un reparto lleno de actores y actrices de calidad y con un guion de aires épicos.
Y, a pesar de todo, la película acaba siendo un fracaso.
Ben Affleck se dio a conocer como director con la estupenda Adiós pequeña, adiós (Gone Baby Gone, 2007), adaptación de la novela de Dennis Lehane Desapareció una noche, mismo autor de la novela en que se basa Vivir de noche. Tanto Affleck como Lehane sienten una especial fascinación por el Boston criminal, que ha aparecido retratado en las películas de uno y las novelas del otro. Seguramente por eso, la primera parte de la película que transcurre en Boston sea la más interesante. El director nos mete de lleno en una guerra de bandas en la que Joe Coughlin se ve atrapado en medio. Pero cuando la acción se traslada a Florida, el film poco a poco va perdiendo gas e interés.
Uno de los problemas principales es que Affleck decide hacer de Joe un gángster con conciencia que no quiere ser un gánsgter, pero sin retratar a fondo los conflictos emocionales que eso le provoca, o la lucha por superar sus instintos criminales. Además, intenta continuamente hacerlo simpático a la audiencia, especificando que solo mata malas personas y lucha contra el racismo. Lo cual no tendría que ser un problema sino fuera por la manera poco inspirada y excesivamente discursiva en que lo hace. Es como si quisiera tener lo mejor de dos mundos: presentarlo como un brutal criminal que no se detiene ante nada y un buen hombre que lucha por la justicia. Pero la mezcla, simplemente, no funciona.
Por otro lado, la historia que cuenta está llena de tópicos del género sin aportar nada nuevo ni tampoco ofrecer suficiente emoción como para que no resulte obvio. Intenta demasiado ser una película seria que a veces parece querer disculparse por ser una película de gángsteres. En este sentido, hecho de menos la actitud pasada de vueltas de Gangster Squad: Brigada de élite (Gangster Squad, Ruben Fleischer, 2013), que abrazaba plenamente los orígenes del género y los llevaba al absurdo.
Junto a Affleck, protagonizan la película Elle Fanning (The Neon Demon), Brendan Gleeson, Chris Messina, Sienna Miller (Foxcatcher), Zoe Saldana (Guardianes de la galaxia, Avatar), y el ganador al Oscar Chris Cooper (Adaptation (El ladrón de orquídeas)).
Vivir de noche tenía todos los ingredientes para ser una gran aportación al género, pero acaba siendo una decepción.
Estreno en las salas españolas el 27 de enero
Joe, decidido a enmendar los errores cometidos contra sí mismo y contra los suyos, se adentra en un peligroso camino que va contra su educación y su propio código ético. Él y su osado equipo dejan atrás el frío invierno de Boston para acudir a la calurosa ciudad de Tampa. Allí Joe aprenderá que la venganza, aunque pueda resultar más dulce que la melaza con la que se produce el ron ilegal que vende, siempre tiene un precio.