Wild Canaries es la historia Noah y Barri, una pareja treintañera que no acaban de ir en la misma dirección pero a ello se les suma un problema más. Su vecina octogenaria se muere y aparece en escena su hijo quien pronto quiere deshacerse de los muebles, la casa, … lo que a Barri le parece muy sospechoso y empieza a espiarlo llegando a creer que este en realidad asesinó a su propia madre.
Rápidamente el argumento recuerda a Misterioso asesinato en Manhattan de Woody Allen. Pareja que sospecha de sus vecinos lo que les enfrenta entre ellos. Pero Wild Canaries (segundo largometraje del director, guionista y actor Lawrence Michael Levine) logra situaciones más disparatadas y divertidas.
Esta comedia de cine negro de factura indie os hará reír incluso más que esas películas de majors catalogadas directamente de comedias (y que luego saben a decepción). El estilo de Wild Canaries homenajea sin pudor el cine clásico utilizando transiciones de planos con formas de círculos que se cierran sobre ciertos elementos de la pantalla por ejemplo. Su guión aparentemente sencillo logra que por un problema existan muchas soluciones lo que crea suficiente interés al espectador para estar pensando en cuál será la buena.
Por encima de la trama, lo mejor es el trío protagonista que bien podrían protagonizar nuevas películas siguiendo la vida de sus personajes. Y es que sus actores principales: Sophia Takal como Barri, Lawrence Michael Levine como Noah y Alia Shawkat como Jean (compañera de piso de la pareja) congenian a la perfección.
Por otro lado, el parecido de Sophia Takal con Anna Kendrick es asombroso, de hecho pensé durante la peli que serían hermanas, pero nada que ver.
Película que he podido disfrutar durante el Americana Festival de cine independiente norteamericano 2015.