Cine

X-Men: primera generación

Tras la trilogía de películas de X-Men que inició el director Bryan Singer y acabó Brett Ratner, un spin-off (olvidable) de Lobezno, llega los orígenes del grupo de mutantes, X-Men: primera generación. Tras las cámaras Matthew Vaughn, director de Kick-Ass, que sigue la línea original de la trilogía, ya saben, un tono serio con el miedo «racial» de la sociedad y sus derivados políticos.

X-Men: primera generación

X-Men: primera generación se centra en los personajes, Profesor X y Magneto, cuando aun se llamaban Charles Xavier y Erik Lehnsherr. El nacimiento de su amistad y finalmente su rivalidad, como se conforman sus ideales y se crean ambos bandos. Ambientado en los años 60, durante la guerra fría, cuando USA y la URSS estaban apunto de iniciar la 3ra guerra Mundial, y descubriremos el importante papel que juegan los mutantes en ella (y como se descubren ante el mundo tal y como son).

Fotograma de la película

Alejándose de su origen, el cómic, el X-Men cinematográfico asienta su propia mitología y gracias a esta la entrelaza desde los orígenes con nuestra historia. No parece una película para aprovechar el filón pues tiene consistencia y es más que una digna predecesora de la trilogía. Aplaudo el casting escogido (y de que se hayan olvidado de hacer los liftings digitales de Patrick Stewart e Ian McKellen). Lo mejor, a pesar de que peque a veces de demasiado exhaustiva para entrelazar detalles, es su conformación «autoconclusiva» que podrán disfrutar tantos fans como nuevos espectadores. Tiene momentos para todo, desde señas históricas, guiños para los fans, algo de acción hasta lucimientos de FX’s en personajes como Emma Frost o Havoc de aplauso. Por último mencionar a Kevin Bacon, ya está no hace falta decir más.

Hacía tiempo que no me evadía tanto de mis problemas en una sala de cine como con X-Men: primera generación.

© Imagen: Hispano Twenty Century Fox Film