Mariano Pardo debuta con esta obra de un solo volumen pero con alma episódica que ha podido desarrollar gracias a las becas Injuve, así en Becky Riot seguimos la vida de Rebeca, una chica obesa, con granos en la cara que vive la separación de sus padres con disconformidad y en el instituto es toda una orgullosa outsider aunque luego, en realidad, sea muy a su pesar. Inspirada por las Pussy Riot (culo veo, culo quiero) Rebeca se encapucha, se rebautiza como Becky Riot y comienza a planear una acción reivindicativa en contra del instituto, profesores y compañeros de clase. La performance no saldrá como lo esperaba y esta le traerá consecuencias leves aunque suficientes para que deba reconducir su vida, además de lidiar con la madurez.
En la contra se habla de las influencias que el autor ha tenido para elaborar esta obra, nada más y nada menos que Todd Solondz, Daniel Clowes y Simon Hanselmann. Y, si hay algo que se percibe en Becky Riot, es un ambiente americano, espíritu noventero (pero estamos en la actualidad con móviles, Internet y más) y en el que su autor, Mariano Pardo, va mezclando situaciones cotidianas con primeras experiencias (sexuales, laborales, …) de la protagonista retratando así una coming-of-age peculiar.
De este modo se nos muestra una protagonista que cree ser cínica pero es antipática y se encuentra perdida emocionalmente, asume tener razón en prácticamente todo como cualquier adolescente. Comedia agridulce, por puntos, negra, en que lo mejor es el entorno de la protagonista, desde su compañero de clase «y mejor amigo», a compañeros de trabajo o su primer ligue, un artista con ínfulas de grandeza. No escapa a momentos tiernos y de recapacitación aportando así una evolución de Becky a lo largo de todo el álbum.
Sorprende el gran formato (28,8 x 21 cm) y la tapa dura con el que ha sido publicado esta primera obra de un autor desconocido. Un formato apaisado ¿incomprensible? que dota de gran importancia a un título que se repite hasta la saciedad con solo «ocho» cambios en su 200 páginas, y una cuadricula rígida de 20 viñetas cuadradas por historia que bien podría haberse editado en vertical u otra distribución sin afectar a su historia.
En cualquier caso, Mariano Pardo realiza un debut curioso, muy influenciado, pero con nervio para poder afrontar nuevas obras en las que sería interesante verle más suelto y sin tanto corsé por el formato. ¡Estaremos atentos!
SORTEO
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