Peter Hickey es un hombre solitario, católico que le gusta observar pájaros y, de paso, realizar salidas con los pequeños para que conecten con la naturaleza. Pero Peter siente también pulsiones pedófilas que no ejecuta (por lo que no pasa a ser pederasta) y con las que lucha a diario. Así de simple podríamos explicar El cuidado de los pájaros de Francisco Sousa Lobo y de entrada puede no apetecer leerlo pero nos estaríamos perdiendo así una lectura que busca precisamente que abandonemos esa posición de comodidad y seguridad.
Francisco Sousa Lobo es escueto en su dibujo porque la fuerza de lo que está contando es más que suficiente para impresionar al lector, el cómic no trata de ser sombrío aunque la historia abogue por ello. Así, son los pajarillos que el protagonista observa los que destensan la situación recordándole lo patético que es mientras él trata de contenerse. Es religioso y todo aparenta ser una prueba de fe.
El cuidado de los pájaros es una obra curiosa que pone sobre la mesa la dualidad del que piensa y del que actúa, de la incapacidad de elegir lo que siente pero no la de llevarla a cabo. Delicado planteamiento del autor al posicionar el punto de vista de un pedófilo que siente remordimientos como narrador.
Obra sutil que acaba por angustiar, silencios que hablan más que sus protagonistas, el autor se estrena en España con este cómic de 2015 y con el que ha obtenido alguno de los más prestigiosos premios de cómic en Portugal.
