Fidel de Tovar (guionista) y Dani Bermúdez (dibujante) publicaron Arashiyama, la montaña de los deseos, allá por el 2017, tras ser la obra ganadora del concurso manga que Norma Editorial realiza anualmente. Un tándem que se estrenaba con esa obra pero que desde entonces no han dejado de ofrecernos sorpresas como es Liquid Memories (publicado en dos volúmenes en 2019) en el que pasaban de hablar sobre un cuento mágico a tratar un thriller repleto de asesinatos. Y ahora con El tiempo de los tres, un manga que juega en una liga más intimista, en el que la amistad, el amor y el miedo condiciona las nuevas relaciones de los protagonistas.
El tiempo de los tres une dos hechos catastróficos como fue el incendio del Liceu de Barcelona en 1994 y el derrumbe de la Sagrada Familia en 2026 para contarnos la historia de amistad entre Elda, Hiroshi y Jules. Tres estudiantes de Erasmus que se conocerán al compartir piso en la ciudad de Barcelona post-Olimpiadas. Sin duda, una época que marcará sus vidas, y así fue pero el reciente derrumbe de la construcción de Gaudí sacará a la luz que esta triple relación no pareció acabar bien. Elda viajará desde su actual hogar en Kobe (Japón) a Barcelona para reencontrarse con un pasado que todavía sigue reconcomiéndole la conciencia después de tantos años.
Y tan solo hemos rascado la superficie de una obra que trata muchos otros temas, pero no es el momento de desvelarlos ya que estropearíamos el misterio del malestar de la protagonista (y los demás) y, por lo tanto, no estropear tampoco la primera experiencia lectora de una historia que merece mucho la pena disfrutar del camino desconociendo el final. El guion de Fidel de Tovar emplea muy bien los tempos (entre los flashbacks, el presente y el protagonismo dado a cada uno de los personajes), también al contar con los ingredientes de una época como es la de los 90 que fue el inicio de mucho que todavía nos acompaña.
El manga, publicado en sentido de lectura occidental, con un estilo gráfico que nada tiene que envidiar al de «cualquier» manga original (cómic publicado en Japón) puesto que Dani Bermúdez mejora con cada nuevo trabajo. Me gustaría destacar especialmente los escenarios en esta obra, sobre todo porque podríamos calificar la ciudad de Barcelona como el cuarto protagonista de El tiempo de los tres.
Además, sin ser ningún exploitation nostálgico como algunas otras obras utilizan de forma descarada, ya hace tiempo que los 80 están dejando paso a los 90 y ese es el caso de El tiempo de los tres, que tiene ese espíritu de nuevas influencias de los que crecimos en esa etapa (si hasta cuenta con una playlist de temas de esa década para terminar de trasladarnos sentimentalmente).
Fidel de Tovar y Dani Bermúdez han parido una obra maravillosa de principio a fin, con una historia muy emotiva que disfrutarán desde adolescentes a adultos y una reflexión final muy didáctica.
