Cómic

El hijo

El hijo, un cómic de 160 páginas repleto de misterio, un poco de humor y acción bajo un tono dramático que emociona. Mario Torrecillas (guión) y Tyto Alba (dibujo) nos brinda una buena obra que más allá del objetivo de entretener, nos comparte unos sentimientos que adoleció el guionista en una ocasión.

El hijo

Centrado en la post-guerra civil española, el protagonista es un ex-boxeador que regresa a casa. Pero su casa ya no es su casa, su padre falleció y su madre fue ingresada en un manicomio de los Pirineos tras matar a un hombre. El hijo irá en su busca, pero se encontrará con que ella se ha fugado junto a otros enfermos mentales y se han cobijado en el bosque. Enseguida se monta un grupo de búsqueda, los pueblerinos tienen sed de venganza y el hijo se une a ellos con el único propósito de proteger a su madre.

El hijo es un retrato focalizado en los problemas de la época, qué se consideraba enfermedades mentales (homosexualidad, pedofilia, ninfomanía), síntomas de la locura, malas prácticas médicas,… nada resulta banal, ayuda a comprender los comportamientos de los personajes y gracias a unos dibujos simples pero bienintencionados y sin llegar a ser muy robustos, la lectura tanto visual como escrita se hace muy ligera, devorándolo en unas pocas sentadas.

Imagen de El hijo

Me gustaría destacar el ritmo del cómic, no tiene altibajos, desde el primer momento en que el hijo emprende el viaje a ver a su madre en bicicleta, es un no parar de sorpresas, la intervención de personajes interesantes y la inclusión de pequeños detalles aviva la chispa del lector. Aunque personalmente encuentro un pero a El hijo; las últimas páginas sobran o le falta meter algunas más, no me vale que Torrecillas explique la moraleja por escrito en el epílogo, es como meter en una película una voz en off en el que nos explique que al final ganan los buenos como si no hubiese tiempo para más. Torrecillas eso tendría que haber estado dentro del cómic.

El hijo ha sido publicado en España por Ediciones Glénat, s.l., dentro de la colección novela gráfica.

En definitiva se agradece que Glénat siga apostando por autores «principiantes», ya que están aportando grandes historias y muy entretenidas lecturas. Y El hijo es una de muestra de ello.

© Imagen: Ediciones Glénat