En la actualidad, en un mundo interconectado e impulsado por la información gracias a internet, resulta contradictorio que ciertos temas sigan siendo tabú. Es por eso que la publicación del cómic «Hinterhof. Vida de una dominatrix» de Anna Rakhmanko (guion) y Mikkel Sommer (dibujo) sea tan necesaria como relevante. Editado por Garbuix Books, esta obra nos sumerge en la vida de una domina en primera persona, explorando su relación con los clientes, el estigma social y familiar, entre otros aspectos.
En la obra, la protagonista no es mencionada por su nombre, ya que se enfoca más en el oficio y la práctica que en su historia personal, aunque no se descarta y estamos conociendo también a la persona detrás de la dominatrix. En la contraportada del cómic, así como en los agradecimientos, se nos presenta. Es Dasa Hink, una ex-dominatrix, artista, música y activista. De hecho, a lo largo de la obra podemos ver algunos de sus trabajos de escultura, moda y música, entre otros.
No se trata de un cómic convencional, aunque sus páginas se dividen en viñetas, comienza con un diálogo entre personajes y existe la secuencialidad de las imágenes que nos está mostrando pequeñas narraciones. «Hinterhof. Vida de una dominatrix» es lo que podríamos definir como un ensayo gráfico, un discurso nos introduce en la vida de la protagonista y nos indica cómo ser una buena dominatrix, mientras realiza algunas de estas sesiones, así como momentos de su vida cotidiana alejados de la práctica bdsm.
De este modo, también estamos adentrándonos en los clientes que solicitan sus servicios, donde la narradora logra clasificarlo en cuatro grupos: el masoquista, el erótico, el víctima y el esclavo. Sigue con una serie de descripciones que ayudan a entender sus necesidades y, por ende, nos ayuda a conocer que tal vez nuestros gustos pueden no diferir tanto como podamos creer. La dominatrix comenta que los clientes suelen ser una combinación de dos o más de estos grupos, y su labor consiste en conocerlos y saber cómo hacer que la sesión sea lo más placentera posible.
Aunque algunas páginas puedan contener desnudos, juguetes sexuales y/o los dibujos de Mikkel Sommer puedan ser sugerentes, no se trata de un cómic erótico. Pero tampoco se busca la autocensura, sino transmitir un tipo de vida de forma informativa, clara y directa. Además, creo muy interesante como no se elude la molestia que suele generar también la palabra puta, y su vinculación con el de la dominatrix, dedicándole un espacio relevante a explicarlo. Tampoco se ignora, debatiendo por qué este tipo de vida entra en conflicto con una parte del sector feminista.
El cómic ha sido editado en un formato pequeño y cómodo, donde los dibujos de Mikkel Sommer, de trazo rápido, realista y con cierta imprecisión, lucen especialmente bien. Por otro lado, destacar el uso del color de sus páginas en las que predomina los tonos rojos y azules, sin temor a llenar la página de estos, mostrando de esta manera unos saltos pertinentes entre la vida profesional y personal de la protagonista.
«Hinterhof. Vida de una dominatrix» tiene un gran trabajo de síntesis sobre todo lo que rodea el BDSM y el oficio de ser una dominatrix, con esta obra realmente se resuelven muchas de las primeras incógnitas que se puedan tener al respecto. Muy recomendable, especialmente, para curiosos/as. Al final se incluye un pequeño glosario con palabras comunes del ámbito.
Hinterhof. Vida de una dominatrix
Hinterhof significa patio trasero en alemán. También es donde nosotros, como sociedad, hemos situado el trabajo sexual. Así que parece apropiado que el estudio en el que Dasa Hink trabaja como dominatrix profesional esté situado justo aquí, en un patio trasero de Berlín.
128 págs. Color Rústica con solapas. 15x21 cm.
978-84-19393-09-8
Garbuix Books
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