Penúltimo directo de Bebe antes de finalizar el año y zanjar la promoción de su último álbum Cambio de piel, reeditado este mismo año con temas nuevos. Trabajo que supuso el reencuentro de la cantante con el productor que la acompañó en su primer disco, Carlos Jean.
La noche arranca escuchándose La niña de fuego de Manolo Caracol. El público, que llena cada una de las butacas del magnífico espacio que es el Palau de la Música Catalana, se mantiene atento hasta ver aparecer la silueta de Bebe para hacer sonar sus manos. Enfundada de negro de pies a cabeza, se pasea por el escenario ausente de decoración salvo por un gran asiento que pronto toma.
Haciendo memoria, debe ser como el sexto concierto al que acudo de la cantante extremeña pero el primero en once años. Casi siempre en espacios pequeños, siempre de pie, por lo que hacerlo sentado y ver a una contenida Bebe que alterna el asiento o de pie con el micro en mano y, de vez en cuando, armada con la guitarra es una imagen que no llega a encajar con mis recuerdos. De hecho comprendía porqué algunos espectadores de la gradería no se resistían ante la tentación, lo tenían mejor para no molestar al resto del público, de estar de pie desde el inicio para poder bailotear.
Bebe, además de tocar canciones del disco Cambio de piel, como Que llueva, Chica precavida, … Recupera temas de sus primeros discos en las que no faltan Malo, La Bicha, Busco-me o Ella.
Fueron casi dos horas de concierto pero fue cuando cantaba sus últimos temas que todo el público se puso en pie para no volver a sentarse, momento en que Bebe se atrevía a cantar unos versos en catalán de su canción Respirar. Siguieron varios temas más hasta concluir con notable emoción en la voz de la cantante y un público totalmente entregado. Se despidió deseando ¡Feliz navidad! a todos.
El próximo 27 de diciembre de 2016 tocará en La Riviera (Madrid) y recientemente han editado el documental 10 años con Bebe de Hernán Zin.