Mucho ha llovido desde aquel verano del 2011 cuando Soledad Vélez visitaba la ciudad condal junto a Jesús Polar para dar su primer concierto, momento en que tuve el placer de entrevistarla. Desde entonces cada uno de sus conciertos se ha convertido en una cita obligatoria, cada actuación es un mundo, cada nueva visita una evolución constante. Y justo antes de masterizar su nuevo álbum visita de nuevo Barcelona para ofrecernos un concierto en solitario.
El espacio de Heliogàbal de Barcelona colgó el cartel de ENTRADAS AGOTADAS para un concierto que comenzó poco después de las 21:30h de la noche del sábado; tan solo enfundada con una guitarra eléctrica, la cantante folk-rock de origen chileno tocó un repertorio que incluyó temas desde su primer disco hasta el último, sin dejar de lado el tema Thunderstorm, single de su próximo trabajo (Dance and Hunt) además de adelantarnos un par de temas (Dune y Knife) que tocaba por primera vez en público.
Tras la última canción, la despedida entre aplausos del público fue tan abrumadora que Soledad Vélez regresó al escenario para deleitarnos con una canción más; canción que rompía dos barreras, la de ser una versión de un tema ajeno y que esta era en español.
Desde que irrumpió en la escena musical Soledad Vélez ha ido ganando enteros y es un valor seguro; fiel a sí misma no se ha estancado en un estilo, a un instrumento (aunque deba confesar que añore esos temas tocados con el ukelele) sin miedo a probar cosas nuevas… como en su día marchó de su país natal, con su música tampoco podemos dar nada por seguro salvo que, por lo menos, nos vaya a encantar.
